Candidato presidencial de EE.UU. llama la atención sobre los abusos en China
AIN-. (UCA News) Un obispo y un abogado cristiano se encuentran entre los protagonistas de la campaña de Derechos Humanos que ha presentado Marco Rubio, candidato republicano en las elecciones presidenciales americanas, ante la visita del presidente chino a la Casa Blanca la próxima semana.
La iniciativa se centra en retratar a 20 disidentes y figuras religiosas que representan la más dura represión ejercida por Pekín en los últimos tiempos. El senador Rubio, propulsor de la campaña, es jefe de la comisión del Congreso de Estados Unidos sobre China y además es uno de los candidatos republicanos para las elecciones presidenciales americanas del próximo año.
"Queremos enviar el mensaje de que el encarcelamiento de abogados, religiosos y defensores de derechos humanos, es innecesaria, injusta y totalmente contraproducente", apuntó durante la presentación de la campaña, en Washington D.C. el pasado 15 de septiembre. Cada día, se presentará la vida de dos disidentes chinos, hasta el 25 de septiembre, cuando tenga lugar la reunión entre Xi y Obama.
Además, en medio de esta campaña, el Papa Francisco se encontrará también con el presidente americano, dos días antes de que Obama su reuna con Xi. No obstante, el Santo Padre no tiene programado ver al mandatario chino durante su estancia en EEUU. Aunque desde el Vaticano y Pekín continúan las conversaciones para solucionar los problemas fundamentales de las ordenaciones episcopales en China.
Los cristianos se han enfrentado en China a la persecución, como parte de un programa más amplio de Pekín diseñado para eliminar las voces disidentes, consideradas una amenaza para el gobierno del Partido Comunista.
El obispo James Su Zhimin es uno de los 20 presos destacados en la campaña de Rubio. Su Zhimin ha pasado los últimos 18 años en prisión, tras negarse a unirse a la Asociación Patriótica Católica China en 1996.
El órgano del Partido Comunista que supervisa los asuntos religiosos -el Departamento de Trabajo del Frente Unido- dijo a la familia del obispo el mes pasado que el prelado era una "moneda de cambio" en las conversaciones con el Vaticano. No obstante, el paradero del obispo sigue siendo desconocido.
Además, Zhang Kai, el abogado protestante que ayudó a las iglesias a demandar a los funcionarios del Estado en la campaña de destrucción de cruces en la provincia de Zhejiang, se enfrenta a cargos de amenazas contra la seguridad del Estado tras su detención el mes pasado.
Otros destacados activistas que aparecen en la campaña incluyen al cantante tibetano Lolo, detenido en 2012 después de cantar por el regreso del Dalai Lama, y Wangdu, un ex monje budista y activista contra el SIDA acusado de espionaje, que está cumpliendo cadena perpetua por ello.
Abogar por la 'diplomacia disidente'
En base a los datos compilados por la comisión del Congreso de Estados Unidos, se calcula que hay al menos 1.300 presos políticos y religiosos detenidos en China.
Entre ellos se encontraba Guo Yushan que fue puesto en libertad el 14 de septiembre. Aunque algunos grupos defensores de los derechos humanos ven en esta medida sólo un intento de apaciguar los ánimos de Estados Unidos antes de la visita de Xi.
"Las relaciones son polémicas en algunos asuntos, incluidos los derechos humanos. Así que han decidido recurrir a una estrategia de 'diplomacia disidente'", explica William Nee, investigador de Amnistía Internacional (AI) para China en Hong Kong.
AI fue uno de los nueve grupos de derechos humanos occidentales que escribieron una carta abierta a Obama la semana pasada pidiendo al presidente de Estados Unidos una invitación a representantes de la sociedad civil china a la Casa Blanca antes de la visita de Xi.
En reuniones recientes entre EE.UU. y China los funcionarios estadounidenses han planteado su preocupación por la falta de derechos tanto en privado, como en los medios de comunicación, aunque nunca frente a los funcionarios chinos.
En una entrevista con la agencia estatal de noticias Xinhua, el consejero de Estado, Yang Jiechi ha dicho que China está dispuesta a hablar de derechos humanos con otros países -incluyendo EE.UU.- "sobre la base del respeto mutuo".
"En lo que respecta a los derechos humanos, permítanme decir, que se ha progresado mucho en China", añadió. "Por supuesto, ningún país es perfecto en su historial de derechos humanos."
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