EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN: "Glorificad en vuestros corazones a Cristo Señor y estad siempre prontos para dar razón de vuestra esperanza a todo el que os la pidiere". (Lectura del día). Dios nos llama a ser testigos de la esperanza en el Padre, pero no un testimonio cualquiera, sino aquel que se fundamente en la razón. Que nuestro testimonio no sea visceral, beatífico, fanático ni santurrón, sino constatado por la experiencia de Dios y cimentado en el juicio y raciocinio. Que nuestro testimonio sirva para reconocer que Cristo ha actuado en mi vida, que la ha reconducido, que la ha convertido. Y que esta glorificación del Señor no se haga con banalidad, mojigatería o pietismo, o utilizando palabras rimbombantes o "de pastelería", sino una adoración de corazón. Dame, Señor, capacidad para entender, recibir y transmití tu Palabra y tu mensaje, que los que me oigan lo hagan por mi testimonio de vida, por mis actos. Santa María, Madre de la Esperanza, ruega por nosotros.
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