J, Lozano
Tras unas durísimas negociaciones entre los distintos países de la Unión Europea conformados en diferentes grupos ideológicos finalmente se ha logrado un acuerdo para nombrar a los principales representantes de los organismos continentales.
El más importante de estos nombramientos es, sin duda, el de presidente de la Comisión Europea. Finalmente, una mujer ostentará por primera vez este cargo: se trata de la actual ministra de Defensa de Alemania: Ursula Von der Leyen. Anteriormente, ha sido también ministra de Trabajo y también de Familia, donde intentó regenerar la política familiar y de natalidad de su país.
Madre de 7 hijos
Hasta hace no mucho, Von der Leyen era considerada como la sucesora natural de Angela Merkel como canciller alemana, aunque finalmente se alejó esta posibilidad y ahora será la cara más visible de la Unión Europea.
Von der Leyen tiene a sus 60 años ya una dilatada carrera política, tras ser ministra de tres carteras diferentes. E incluso era llamada la “madre de la nación” durante su etapa como ministra de Familia, Mujer y Juventud. El motivo es que es una orgullosa madre de siete hijos.
En estos años ha defendido los beneficios sociales y personales de tener hijos y de las familias numerosas, a la vez que fomentó las políticas de conciliación. Sin embargo, no se opuso a la aprobación del llamado matrimonio homosexual en Alemania.
La familia, transmisora de valores
Tal y como recogía ya ReL en 2013, la ahora nueva presidenta de la Comisión Europea afirmaba que “la familia recobra su importancia, no sólo como factor de equilibrio, sino como herramienta para transmitir unos valores, una interioridad y una trascendencia. Además, comprobamos que sin niños un país no puede seguir existiendo, por razones económicas y también emocionales”
Von der Leyen agregaba que “estamos en una situación muy crítica, sobre todo psicológicamente. Hay que volver a hablar del pan que los niños traen bajo el brazo: se llama alegría, fuerza creadora, seguridad futura…que los niños no significan pobreza, sino perspectiva”.
Además, agregaba que la familia “recupera importancia frente a la globalización. La familia es donde se aprende la responsabilidad entre hijos y padres, los valores que queremos para mañana. La educación hoy es transfronteriza, pero igual necesita límites, pues de mayor uno encontrará reglas. Los niños siguen necesitando tiempo, y ejemplo: y deben conocer valor del esfuerzo para el éxito”.
Se define públicamente como cristiana
Nada querida por las feministas radicales por su defensa sin complejos de la maternidad y de que la mujer pueda elegir quedarse en casa cuidando de sus hijos, Von der Leyen se define públicamente como cristiana practicante.
En varias entrevistas afirma que siempre ha rezado con sus hijos por las mañanas antes de ir a trabajar y por las noches antes de acostarlos. Además, reivindica la importancia de estar juntos en la mesa en alguna de las comidas.
Igualmente, durante estos años ha defendido una vuelta a los “valores cristianos” que forjaron el continente, y que además serían muy buenos para las familias alemanas, y ahora europeas. Sin embargo, no todo en ella es coherencia, como se demuestra en el caso del matrimonio homosexual. Lo que sí gana el continente ahora es una mayor concienciación sobre la defensa de la natalidad y la maternidad.
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