LA NUEVA UNIÓN DE HERMANDADES DE JEREZ TOMÓ POSESIÓN AYER EN SANTIAGO

A. Cañadas

Cambio verificado.

Tal y como Pedro Pérez anunció hace cinco años, y parafraseando al Muñoz Seca de Don Mendo, con aquello de "..lo que prometió, cumplió.." este lunes, en medio de la canícula, para que haya tiempo a ingresar en el nuevo curso con las ideas claras, la Unión de Hermandades de Jerez vivió su jornada de relevo, tras que el Pleno de hermanos mayores decidiera hace dos semanas elegir a Dionisio Díaz, como nuevo presidente para el próximo lustro.

Una transición que llegó en mitad de una ceremonia vivida -cómo no- en el recientemente reabierto templo de Santiago.

Fue en este enclave donde monseñor Mazuelos ofició una ceremonia que contó incluso con un sainete final provocado por un personaje con ganas de llamar la atención, alguien que intentó entregar al obispo un documento justo después de la bendición final -algo totalmente fuera de lugar-, alguien con ganas de jugar con lo que no se debe jugar, que al parecer no se ha enterado aún de que hay enemigos de la Iglesia ocupando presbiterios por medio mundo, burlándose de nuestras creencias e incluso asesinando a los sagrados oficiantes.  

Al margen de ello, el acto transcurrió con la solemnidad propia de este tipo de eventos, no faltando incluso la sorpresa, ya que en mitad de su intervención, monseñor Mazuelos aseguró que será don José Manuel Sánchez-Romero Martín-Arroyo, canónigo de la S. I. Catedral de Jerez y director espiritual de la Hermandad de la Entrega, de Guadalcacín, quien tenga a su cargo a partir de ahora la asistencia eclesiástica del nuevo Consejo. Tampoco faltó la anécdota, pues en su discurso de despedida -por cierto, muy bueno- Pedro Pérez aprovechó para pedir al prelado que vuelva a pensarse que Jerez cuente con un Sábado Santo procesional, petición que obviamente volvió a ser rechazada por don José.

Y poco más. Tras las palabras del ya expresidente, Dionisio Díaz realizó un discurso cargado de buenas intenciones de cara al futuro, un discurso que comenzó poniendo su mandato en manos del Señor de la Clemencia y de su Madre, María Santísima de Salud y Esperanza, asegurando que a partir de ahora trabajará codo con codo con su grupo, en pos del engrandecimiento de Jerez y de sus cofradías.

Eso sí, no estuvieron representadas en la Eucaristía todas las cofradías de Jerez, algo que deberá ser tenido en cuenta, ya que la convocatoria tenía carácter de Pleno, y según la Normativa vigente, a los Plenos hay que acudir sí o sí, existiendo incluso un reglamento sancionador en caso contrario, que sive entre otras cosas para garantizar su cumplimiento. 

En definitiva, ya ha comenzado la andadura de la nueva Unión de Hermandades de Jerez, un organismo que tiene por delante muchos retos, unos ilusionantes, y otros ciartamente complicados, que por encima de todas las cosas tendrá la difícil misión de meter de una vez por todas a las cofradías de Jerez, en la necesaria modernidad social y eclesial del siglo XXI.

¡Que haya suerte!