ROMA, 28 Mar. 16 / 09:23 pm (ACI).- El Arzobispo de Lahore, Mons. Sebastian Francis Shah, visitó y consoló a diversos heridos, entre ellos varios niños cristianos y musulmanes, afectados en la masacre perpetrada por terroristas musulmanes en esa ciudad de Pakistán el Domingo de Pascua.
En declaraciones a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), el Prelado afirma que “he visitado cada cama y a cada víctima de diversas creencias. Ha sido realmente difícil porque he visto a muchos niños de apenas 4 o 5 años, cristianos y musulmanes, heridos o asesinados por este terrible atentado”.
El Arzobispo hizo estas declaraciones tras visitar en un hospital de Lahore a algunos de los casi 300 heridos que dejó el atentado.
“A mis fieles les he dicho que no pierdan la esperanza, porque aunque afrontan un periodo de gran dificultad, debemos aprender a levantarnos como Cristo supo hacerlo luego de cargar la cruz. Y así nosotros, portando nuestra cruz, debemos lograr avanzar porque Dios está y estará siempre con nosotros”.
El Prelado explicó que después del atentado del año pasado contra dos iglesias cristianas en el distrito de Youhanabad, “temíamos que se pudiera realizar un ataque y por esto el gobierno nos dio todas las medidas de seguridad para proteger las iglesias… pero nadie pensó en un parque”.
Pakistán es un país mayoritariamente musulmán en el que un 97 por ciento de los 182 millones de habitantes profesa esta religión.
Ehsanullah Ehsan, vocero del grupo terrorista talibán Jammat-ul-Ahrar, dijo que “realizaron esta bendita operación (el atentado)” que tenía como blanco “el festival cristiano de Pascua”.
Una de esas expresiones que hacen parte del sistema legal es la llamada ley de blasfemia, que agrupa varias normas inspiradas en la ley religiosa musulmana para sancionar cualquier ofensa contra Alá, Mahoma o el Corán.
La ofensa puede ser denunciada por un musulmán sin necesidad de testigos o pruebas adicionales y el castigo suponer el juicio inmediato y la condena a prisión o muerte del acusado.
Esta mañana el Papa Francisco presidió el rezo del Regina Caeli en el Vaticano. Ante los miles fieles reunidos en el Vaticano, el Santo Padre expresó su cercanía “a cuantos han sido afectados por este crimen vil e insensato, e invito a rezar al Señor por las numerosas víctimas y por sus seres queridos”.
El Papa exhortó a “las autoridades civiles y a todos los componentes sociales de esa Nación para que dediquen todos sus esfuerzos para devolver la seguridad y la serenidad a la población y, en particular, a las minorías religiosas más vulnerables”.
“Repito una vez más que la violencia y el odio homicida conducen solamente al dolor y a la destrucción; el respeto y la fraternidad son el único camino para alcanzar la paz”.
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