* A JOAQUÍN Y MARI CARMEN: ¡TODA UNA VIDA!

¿Cuántos temporales ha soportado vuestro navío?

¿Cuantas marejadas lo han intentado destrozar?

¿Cuántas oscuridades y el norte perdío?

¿Cuánto superado a fuerza de Amar?

Mis queridos Joaquín y Mari Carmen:

 

Hoy permitidme que no entre en honduras sino en lo que vosotros estáis transmitiendo siempre a todos los demás.

Treinta y siete años de matrimonio no es cosa baladí más bien todo lo contrario pues en un mundo y en una sociedad que aguanta bien poco si no se está para lo que se está el ver un Matrimonio consolidado a base de decenios da inmensa alegría y un inusitado orgullo pues se os ve a la legua que os amáis por cada segundo que pasa con un Amor humano aunque también con el sobrenatural que es el que regala e impregna el mismo Dios.

Treinta y siete años teniendo a Dios como capitán del navío de vuestras vidsa y creedme que se nota la mano experta del mejor al frente del timón de excelso, correoso y también delicado barco para que al día de hoy siga surcando los mares como lo ha hecho y sigue haciendo.

Y en treinta y siete años se han surcado muchos mares donde seguro que  grandes tempestades han azotado vuestro velero así como seguro que habéis navegado por mar calmo y tranquilo.

Sois una pareja, un matrimonio correoso, y por tanto pienso que os gusta notar los vaivenes de la vida que estar con los pies clavados en la tierra firme que algunas veces nos hace tan inamovibles que nos va separando de la realidad.

Cómo cañaílla de origen os conozco se puede decir que de toda la vida y siempre os he visto como un matrimonio ejemplar, entregado el uno al otro y a su vez con vuestra Familia. Joaquín es un buen marino que ha servido a Dios, a España y a su Familia en todos los puestos y responsabilidades donde ha estado y Mari Carmen siempre en su lugar, siempre apoyando al timonel.

A Mari Carmen siempre la he visto una mujer luchadora, trabajadora, entregada, sin nada suyo y eso no es simple imagen, que es lo que hoy en día se lleva, sino pureza de corazón.

Habéis criado una Familia de bases sólidas en torno al Amor y ahora disfrutáis de unos nietos que os quitan el sentido y os hacen rejuvenecer en la felicidad.

Sois personas de sólida y firme fe que siempre, en todo momento y ocasión defendéis al capitán del navío de vuestras vidas y como sabéis el Amor que tiene por cada uno de los miembros de la tripulación y lo que es capaz de hacer por todos nosotros sois capaces de ofrecer hasta vuestras propias vidas por servirlo en todo momento, ocasión y aunque las cosas pinten mal vale la pena seguirlo porque en este caso se puede decir bien a las claras: ¡Qué buenos siervos para tan extraordinario Señor!

Ahora cuando ya habéis pasado toda la vida juntos os quedan muchos recuerdos, muchas vivencias, muchas alegrías me imagino que también tristezas pero todas compartidas al calor de la mejor cúpula que tenéis: Vuestro Matrimonio que ha sido abonado día a día por vosotros para que germine tantos dones, tantos talentos, como Dios ha puesto en vuestras manos.

Los mensajes que habéis compartido con todos nosotros son muestra de un indeleble Amor entregado y correspondido, son el mejor testimonio de vida en común y la más extraordinaria catequesis que se podría mostrar a todos aquellos que quieren empezar una nueva vida en común bendecida por nuestro Bendito Padre Celestial así como todos y cada uno de los matrimonios, llevemos el tiempo que llevemos casados, pues en vuestras palabras se compendian años y años de entrega, generosidad el uno por el otro uniendo vuestras vidas al pegamento más insondable que existe: El Amor de Dios.

Gracias por ser como sois y rezo a la Santísima Virgen del Rosario y a Jesús, Unigénito de Dios Padre, que está presente a cada instante en Presencia Viva en cada Sagrario del mundo que os bendigan, que os protejan y os guíen porque somos muchos los que os necesitamos.

Recibid un fraternal abrazo junto a mi cariño y admiración personal de vuestro hermano en la fe y en tantas cosas,

Jesús Rodríguez Arias

Nota: Sirva como regalo más íntimo y especial el poema que abre esta carta escrita a corazón abierto dedicado a vosotros.