La apuesta por la inserción laboral es uno de los ejes prioritarios de actuación de Cáritas Diocesana para atajar los efectos de esa herida abierta que sufren miles de personas a causa del desempleo. Estos datos, ofrecidos con motivo de la celebración del 1 de mayo, dan cuenta del compromiso de Cáritas Diocesana con la defensa del derecho al trabajo de las personas más vulnerables.
509 personas acompañadas por Cáritas se han incorporado a un puesto de trabajo
Esta acción a favor del empleo ha permitido acompañar durante 2014 a 509 personas a través de nuestros servicios y proyectos de empleo en toda la Diócesis. Además de compartir con cada una de ellas sus inquietudes vitales, un equipo de 41 voluntarios y de 11 personas contratadas las han apoyado en su acercamiento al mercado laboral.
Para Cáritas Diocesana de Cádiz y Ceuta, es motivo de esperanza que 102 personas (el 20% del total de participantes) hayan logrado incorporarse a un puesto de trabajo en el último año, lo que supone ocho puntos más que en 2013, donde esa tasa fue de 12%.
Análisis del actual contexto
Estos datos confirman que es posible seguir creando empleo digno para las personas en situación de grave dificultad social. Y de que la apuesta de Cáritas por construir oportunidades para todos ellos es posible en un escenario que sigue mostrando los efectos de un periodo de crisis que nos ha dejado más paro y menos poder adquisitivo, y si bien es cierto que en 2014 se vuelve a crear empleo, la situación es muy grave para los casi 1,8 millones de hogares que tienen a todos sus miembros activos en paro.
Para Cáritas es urgente que tomemos conciencia de que nuestro mercado laboral sigue cerrando sus puertas a algunos colectivos, especialmente los jóvenes, las mujeres, los parados de larga duración, los mayores de 45 años y los trabajadores con menor nivel formativo. Y que la realidad sigue diciéndonos que el empleo no es un derecho garantizado para muchos.
¿Quiénes son?
Las personas que participaron en 2014 en las acciones de empleo y formación de Cáritas Diocesana de Cádiz y Ceuta continúan siendo mayoritariamente mujeres, que son un 75% del total, frente al 25% de hombres.
En cuanto a su procedencia, se mantiene la tendencia de 2013 con mayor porcentaje de personas de origen español (92%) con respecto a las de origen extranjero (8%).
Por edades, las personas de entre 25 y 35 años suponen el 40%, la franja de entre 36 y 45 años el 29%, los mayores de 45 años el 18%, y los jóvenes de 18 a 24 años el 13%.
Si analizamos el nivel de formación, el 48% de las personas que han participado en los servicios de empleo de Cáritas solo cuentan con estudios básicos (estudios primarios finalizados o sin finalizar).
A la vista de estos datos, es posible definir el perfil mayoritario de intervención del Programa de Empleo de Cáritas Diocesana: mujer, española de entre 25 y 35 años, y con un bajo nivel formativo.
Ámbitos de actuación
Los procesos de acompañamiento que Cáritas desarrolla en el ámbito del empleo se basan en itinerarios personalizados de inserción, que se construyen sobre una delicada integración de motivación, empuje y refuerzo de las capacidades personales de quienes ven difícil acceder al mercado laboral o se desesperan por volver a encontrar un trabajo.
A través de los servicios de empleo, Cáritas impulsa acciones de orientación pensadas para motivar y mejorar la empleabilidad de las personas. Durante 2014, 486 personas participaron en los Puntos de Integración Sociolaboral.
Junto a ellos, las acciones de intermediación son un puente entre las personas que buscan trabajo y las ofertas de empleo que ofrecen empresas y empleadores privados. En el último año, Cáritas atendió en sus servicios de intermediación a 33 personas.
Los espacios de formación, por su parte, tienen como objetivo prioritario el aprendizaje de un oficio o la mejora del mismo a través de cursos, talleres, módulos o cápsulas formativas, concebidas de acuerdo a las diferentes necesidades de las personas. En 2014 se desarrollaron 9 acciones formativas en toda Diócesis, en las que 112 personas pudieron mejorar su perfil laboral. El 90% de estas acciones formativas incluyeron prácticas formativas no laborales en empresas.
Recursos invertidos
En 2014, Cáritas Diocesana de Cádiz y Ceuta invirtió 366.746,77 euros en acciones de Empleo. Estos fondos proceden tanto de aportaciones privadas (socios, donantes y empresas colaboradoras), como de subvenciones públicas (Fondo Social Europeo, Administraciones estatales y locales). En 2013, los recursos invertidos fueron 285.413,99 euros euros.
Las acciones desarrolladas por Cáritas en el ámbito del empleo cuentan desde hace años con el apoyo inestimable del Fondo Social Europeo (FSE), que es el instrumento destinado a respaldar las políticas de los Estados miembros de la UE en el cumplimiento de los objetivos de inclusión social, no discriminación, fomento de la igualdad entre mujeres y hombres, educación y formación. La colaboración entre Cáritas y el FSE tiene lugar en el marco del Programa Operativo Plurirregional de Lucha Contra la Discriminación 2007-2013 (POLCD).
Llamada a la corresponsabilidad de todos
Cáritas, en vísperas del 1 de mayo, no se limita a rendir cuentas de la actividad desarrollada en el último año, sino que, lanza “una llamada a las conciencias y a la esperanza para que nadie permanezca indiferente ante tan grave problema”.
Para ello, se articulan una serie de propuestas concretas mediante actividades asequibles para cualquier persona, grupo, entidad o institución, y que se dirigen a las Administraciones públicas, empresas y ciudadanos, a modo de invitación a la responsabilidad personal y a la corresponsabilidad en la tarea de crear un mundo más justo y humano a través del acceso al trabajo.
Nosotros
Desde Cáritas se nos plantea que cada uno de nosotros reflexionemos sobre cuestiones como si la persona que trabaja en nuestra casa está contratada dignamente, si consumimos de manera responsable, si apoyamos con nuestra compra a las empresas o marcas que ofrecen empleo digno, o si optamos por productos y servicios en empresas de economía social. Todo ello sin olvidar que es posible compartir nuestro tiempo y conocimiento como voluntarios, o contribuir con una aportación económica a los proyectos de empleo de Cáritas.
Empresas
En el caso de las grandes y pequeñas empresas, los interrogantes que se plantean son si ofrecen empleo digno para personas en situación de dificultad social y la oportunidad que se puede generar con ello en la vida de una persona, si las empresas están abiertas a las personas que más lo necesitan, si en las políticas de recursos humanos se da prioridad al empleo digno (salarios dignos, jornadas laborales sostenibles, sistemas de conciliación familiar y derechos laborales que se respetan).
Asimismo, se pregunta si la empresa invierte en generar empleo, si ofrece formación en el puesto de trabajo y prácticas formativas no laborales, o si incorpora la Economía Social en las políticas de compras y contrataciones. Además, también está la posibilidad de financiar un proyecto de Cáritas.
Administración
Las propuestas que Cáritas dirige también a las Administraciones se centran en la apuesta firme y decidida por la educación y la formación de los jóvenes, en poner freno al abandono escolar (con un tasa actual de 25%) que es una de las causas de la exclusión, en pasar de la “mano de obra no cualificada” a la preparación de nuestros jóvenes y la “dignificación de todos los puestos”, y en acometer una mayor apuesta por la formación profesional y una mayor adecuación al mercado laboral y a las necesidades locales.
Además, Cáritas reclama activar el Sistema Nacional de Cualificaciones Profesionales, además de consolidar el modelo de formación en el puesto de trabajo y de prácticas formativas no laborales, con medidas que aseguren la protección de derechos tanto de trabajadores como de personas en prácticas.
Es necesario, por último, impulsar Planes de Desarrollo Local orientados al empleo, desarrollar la flexibilidad en el sistema de prestaciones a desempleados, adaptar los modelos basados en incentivos y bonificaciones en propuestas centradas en el desarrollo de las personas, y articular y asegurar clausulas sociales en la contratación pública.
Sobre la reciente instrucción pastoral de la CEE
En este sentido, Cáritas valora de manera muy positiva la instrucción pastoral “Iglesia, servidora de los pobres” aprobada en la última Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal. “Es un motivo de estímulo para nuestra institución la mirada que desde las periferias de la precariedad nos ofrecen los obispos en este documento, en el que se hace un análisis especialmente profético sobre el drama de la inmigración y el mal moral de la corrupción, junto a la llamada a recuperar la dimensión ética de la economía, y de una ética "amiga" de la persona”.
“Nos sirve de aliento esa exhortación de los obispos a promover y defender los derechos económico-sociales de las personas, como el derecho al trabajo digno, a la vivienda, a la salud y a una educación en igualdad y libertad, que son todos ellos frentes prioritarios de la acción de Cáritas a favor de los más vulnerables”.
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