Advierten que no bastan las reformas estructurales e invitan a ser proactivos y propositivos
Roma, (Zenit.org) H. Sergio Mora | 201 hits
Los obispos de México reunidos en su 97 asamblea plenaria, hicieron público este miércoles un mensaje a la nación, indicando “gran preocupación por el futuro de nuestro País” y que “hacemos nuestras las inquietudes de nuestro pueblo” ante las recientes reformas constitucionales aprobadas. Y se preguntan si “serán benéficas sobre todo para los que han estado permanentemente desfavorecidos, o si serán una nueva oportunidad para aquellos acostumbrados a depredar los bienes del País”.
Sobre la reforma educativa, los obispos se interrogan si impulsará “un verdadero desarrollo integral para todos; una reforma en la cual se reconozca el derecho fundamental de padres y madres de familia” o por el contrario si servirá para “alimentar una nueva estructura burocrática que sólo defienda sus propios intereses”.
El segundo punto es la Reforma Fiscal, y la pregunta que plantean es si fomentará una “contribución verdaderamente justa, equitativa, corresponsable, clara, sin complejidades y que sea utilizada con honestidad y transparencia para construir un país con menos desigualdades, que favorezca el empleo digno y bien remunerado y las inversiones productivas” o si servirá a los evasores y servirá para “botín de pocos”.
Por lo que se refiere a la reforma política, se interrogan si consolidará “una auténtica democracia y una real participación ciudadana”. De la reforma energética, plantean la promoción del progreso social y humano, así como la custodia del medio ambiente. Y concluyen sobre la reforma en telecomunicaciones, preguntándo si éstas estarán al alcance de todos.
Los obispos indican que las reformas son necesarias en la búsqueda de un futuro mejor. “¡Pero no nos engañemos! Si no se reforma la mente y el corazón, si no se reforma la conciencia que genere una auténtica escala de valores y nuestra capacidad de encuentro y fraternidad solidaria no habrá reforma que nos ayude a superar las intolerables desigualdades e injusticias sociales”, concluyen.
Y recuerdan diversos casos como “los sufrimientos de los migrantes arrojados de un tren por no tener para pagar a los extorsionadores; o a ver como estadística y nota periodística los secuestros, la trata de personas, la impune actividad del crimen organizado, las cuotas forzadas, la violencia y los cadáveres decapitados en fosas clandestinas”.
El mensaje publicado en la pagina de la Conferencia Episcopal invita a no acostumbrarse a “tener en la pobreza a más de cincuenta millones de mexicanos, muchos de ellos en una miseria que les condena a morir sin atención médica”, o que “miles de niños en gestación sean sacados del vientre de la madre para ser arrojados a un bote de basura”.
En el texto firmado por el cardenal José Francisco Robles Ortega, presidente de la CEM, y por el obispo Eugenio Lira, se precisa: “sabemos que el camino para superar todo lo que destruya la vida o la dignidad humana, necesita siempre la entrega generosa de la propia vida”, porque “¡Cristo venció el mal y la muerte con el poder del bien y del amor! Él nos dice: "No tengan miedo, yo he vencido al mundo", e invita a ser “positivos y propositivos”. Y concluye recordando la labor de Juan XXIII y Juan Pablo II, y que “nadie esta dispensado de actuar para hacer el bien. El País es de todos; y entre todos tenemos que sacarlo adelante haciéndonos más participativos. Sin participación social nos hundiremos”.
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