Nuestro mundo está experimentando actualmente un momento de crisis y emergencia, mientras que muchos países y naciones están combatiendo la propagación de COVID-19. En muchos lugares del mundo, la infección se está extendiendo rápidamente y las víctimas están aumentando constantemente. La Organización Mundial de la Salud ha declarado la situación como una pandemia mundial.
Frente a esta situación peligrosa, los gobiernos de todo el mundo se movilizaron para resistir y frenar la propagación de este virus. En muchos lugares se adoptaron medidas severas que resultaron en restricciones de movimiento de personas que mantenían operativas solo instalaciones cruciales.
Esta peligrosa situación no ha pasado por Tierra Santa y la Ciudad Santa de Jerusalén en la que todos los Hijos de Abraham, judíos, cristianos y musulmanes están elevando sus oraciones al Dios Todopoderoso. Estamos llamados a vivir esta vez en fe y confianza en la misericordia del Señor y su cuidado por todas sus criaturas.
Al mismo tiempo, estamos llamados a cumplir con las instrucciones de las autoridades civiles competentes promulgadas para garantizar la seguridad y el bienestar de toda la población.
Por lo tanto, nosotros, los Jefes de las Iglesias a cargo de la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén, instamos a todos a cumplir plenamente con las disposiciones para la salud pública, ya que se publican de vez en cuando.
Las comunidades que viven dentro de la Iglesia del Santo Sepulcro continuarán la vida ordinaria de la Iglesia de conformidad con las instrucciones para la salud pública. Nos uniremos espiritualmente en nuestro objetivo de preservar la tradición de siglos de oraciones en curso en la Iglesia, incluso en estos tiempos tristes cuando los peregrinos no pueden llegar a Jerusalén y los fieles locales se ven obligados a permanecer en sus hogares.
En consecuencia, mientras mantenemos la Iglesia abierta, instamos a los fieles a:
- Abstenerse de cualquier reunión de más de 10 personas en el mismo lugar y al mismo tiempo en la Basílica.
- Mantenga una distancia mínima de 2 metros entre cada persona.
- Evite cualquier acto de devoción que pueda incluir contacto físico, como tocar y besar las piedras, tocar iconos, vestimentas y el personal de la Basílica.
- Cumplir siempre con las instrucciones de las autoridades.
El Santo Sepulcro es el último lugar de esperanza. Espero que la fe venza a la duda, la luz venza a la oscuridad y la vida triunfe sobre la muerte. Desde este Lugar Santo y en este tiempo de preparación espiritual para la Pascua y de la crisis mundial, unimos nuestras oraciones a los fieles de todas las religiones, pidiendo el fin de esta pandemia. Oramos por todos los afectados por el virus en todo el mundo y expresamos nuestra simpatía y gratitud a quienes ayudan y cuidan a las víctimas.
THEOPHILOS III
Patriarca griego ortodoxo de Jerusalén
FRANCESCO PATTON
Custodio de Tierra Santa
ARCO. NOURHAN MANOUGIAN
Patriarca armenio de Jerusalén
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