Hoy, como todos los días, he ido a visitar al Señor al Sagrario y mientras he estado frente a Él mi alma ha gozado de una Paz que no se encuentra en ningún lugar de este mundo.
Paz, tranquilidad, sosiego, Amor...
Sí, Amor entregado, desde mi inmensa debilidad, y plenamente correspondido.
Hoy he rezado, como siempre, aunque después he permanecido en el más profundo de los silencios. En esos momentos, que fueron minutos, sentí la calidez del Amor de Dios en mi corazón.
¡Es tan grande el Señor!
Cuando ya se iba acabando esta breve Adoración al Santísimo pensé lo reconfortante que es silencio hecho Amor de Cristo y lo que puede herir el silencio entre hermanos cuando, por las circunstancias que sean, ha habido un distanciamiento por hechos, palabras o ausencias de los mismos.
Entonces me acordé del Evangelio de San Mateo cuando Pedro le pregunta a Jesús: "Señor, ¿cuántas veces he de perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces?".
Jesús le dijo: "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete"
¡Todo nuestro itinerario de Vida está en la Palabra de Dios!
La fotografía que muestro no es el Sagrario mío de cada día pues el mismo es el de la Iglesia Mayor Parroquial de San Fernando. Este es el de la Iglesia de Santiago en Jerez de la Frontera porque esta imagen me invita a meditar y reflexionar en la grandeza de Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar, nuestra relación con Él y con nuestros hermanos sean quienes sean y estén donde estén.
Jesús Rodríguez Arias
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