Cada domingo de Cuaresma en las Iglesias y Capillas donde radica una Hermandad se va celebrando la respectiva Función Principal de Instituto.
Hoy en mi dominical artículo publicado en exclusivo en INFORMACIÓN en el apartado que coordina y dirige mi buen hermano Pepe Moreno Fraile he detenido mi paso para escribir sobre esta Solemne Función.
Jesús Rodríguez Arias
FUNCIÓN
PRINCIPAL DE INSTITUTO
Cada domingo de Cuaresma en las Iglesias o
Capillas donde radica una Cofradía se celebra
se celebra la Función Principal de Instituto que es el colofón de los
cultos a los benditos Titulares de cada Hermandad que se han venido celebrando
en los días anteriores.
Son los Cultos Cuaresmales de gran importancia
para dar solidez a la vida cristiana de los hermanos cofrades que conforman la
Hermandad en cuestión. En los días que duran los mismos el sacerdote
celebrante, muchos de ellos invitados expresamente para tan importante ocasión,
araña las entrañas de nuestra propia fe abriéndonos esa ventana entre lo
espiritual, lo vivencial, lo apostólico, así como en lo mundano que nunca
olvidemos en nuestro campo de acción
para llevar el Mensaje del Dios a la calle.
En esta sociedad ciertamente indolente en la cual
todos tenemos problemas de cuello y cervicales de tanto mirar para el “otro
lado” es bueno que en este tiempo litúrgico aparte del trabajo propio para
llevar a cabo todos los cultos internos y externos que mandan nuestras propias
reglas o estatutos viene bien que detengamos el paso y nos miremos de fuera
para adentro. A lo mejor nos llevamos una sorpresa agradable o no aunque si
necesaria en todos los sentidos para seguir creciendo en la fe que nos une a
todos los cristianos, los católicos, en Cristo Jesús.
Es la Función Principal de Instituto de cada
Hermandad y Cofradía uno de los momentos más importante de la Corporación
Nazarena en cuestión pues podremos decir sin temor a exageración que es el gran
día de la Hermandad, de los hermanos, en torno a Jesús y María sea cual sea la
advocación que tengan.
En ella los rectores de la misma recibirán a los
hermanos haciéndolos sentir en casa. Es un día no tanto de puertas abiertas como
de corazones abiertos pues todos los que conforman la “nómina” de la Hermandad
son entre sí hermanos y punto. No olvidemos, pues lo hacemos demasiado a
menudo, que no hay hermanos de primera ni segunda categoría y el que piense así
mal camino lleva.
Día de Misa solemne donde se cuida hasta el mínimo
detalle en su organización, de rostros emocionados recordando aquellos años que
no volverán pero que a fuerza de gozarlos se viven a diario, de nervios pues
salvando la Misa preparatoria de la Estación de Penitencia o Salida Penitencial
no existen otros cultos que nos hagan poner la piel de gallina y donde nos
acordemos más si cabe de esos hermanos nuestros que ya habitan en la Casa de
Hermandad eterna.
En esta Eucaristía se suele realizar pública
protestación de fe donde todos la hacen suya besando el Evangelio. Un momento
bonito, solemne pero sobre todo muy importante pues nos estamos comprometiendo
delante de todos a vivir en Dios e incluso morir por Él si hiciera falta.
¿En verdad sabemos a que nos comprometemos cuando
el domingo de Función Principal de Instituto proclamamos nuestra fe de forma
pública y notoria? ¿Cuando sellamos todo con un beso al Evangelio somos
conscientes de lo que juramos guardar fidelidad? Y si es así, ¿Por qué a menos
que canta un gallo caemos siempre en la misma piedra? Pienso que siempre tropezamos porque al final
nuestra soberbia no nos deja ver, sentir e impregnarnos del Amor de Dios que se
traduce también en nuestros hermanos.
Domingo de Función Principal de Instituto, de Hermandad
en estado puro, de hermanos en un mismo apostolado. Domingo radiante aunque
llueva y ventee, domingo de Jesús y María, de solemne Eucaristía, de
proclamación pública de Fe así como de almuerzo de Hermandad. Domingo entre
hermanos unidos por un mismo pegamento, el más eficaz de todos, que nos salva,
regenera y nos hace valientes: Dios.
Desde mi Atalaya, en mi bendito pueblo de
Villaluenga del Rosario, os deseo un Feliz Domingo de Función Principal de
Instituto mis queridos hermanos cofrades.
Jesús Rodríguez Arias
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