ROMA, 24 Feb. 16 / 12:08 pm (ACI).- Los peregrinos que llegan hasta Roma por el Jubileo de la Misericordia pueden recorrer una de las catacumbas más importantes de la Ciudad Eterna donde se pueden admirar pinturas de los primeros cristianos: Las de San Marcelino y San Pedro que datan de los años 100 y 200 D.C. que han sido restauradas durante tres años y ya se han abierto al público.
Las catacumbas son los antiguos cementerios subterráneos usados durante algún tiempo por las comunidades cristianas de Roma y que comenzaron a construirse en el siglo segundo hasta la primera mitad del quinto.
En su origen fueron sólo un lugar de sepultura donde los primeros cristianos se reunían para celebrar los funerales y conmemorar el aniversario de los mártires. No obstante, durante las persecuciones contra los cristianos en el Imperio Romano sirvieron también como refugio y como espacios donde celebrar la Eucaristía en secreto.
San Marcelino y San Pedro, cuya fiesta se celebra cada 2 de junio, fueron martirizados en Roma en el año 304 durante la persecución de Diocleciano, emperador de Roma que llevó adelante la llamada “Gran Persecución”, una de las más sangrientas de la historia.
San Marcelino fue un sacerdote muy estimado en Roma, y San Pedro un cristiano piadoso con un don especial para la expulsión de demonios. Ambos se encuentran entre los santos romanos que se conmemoran diariamente en el canon de la Misa.
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