martes, 2 de febrero de 2016

CAPÍTULO FINAL DE LA CALLE REAL EN 16 CAPÍTULOS: OMISIONES; POR JOSÉ MARÍA VIEYTES BEIRA

DEL CAPÍTULO (XI) AL CAPÍTULO (XIII).



EN EL CAPÍTULO (XI):






  


El primer portal del Edificio (edificio de La Salle) corresponde a la Tienda de Muebles clásicos de Muñoz Moro.


En el renglón sexto de este capítulo… Al citar la tienda de muebles clásicos de Muñoz Moro y en su parte alta, la casa  y clínica dental del Doctor Francisco Mora… Omití decir… Que justo delante en el suelo, hay otra placa metálica con la siguiente inscripción… ‘Por los 240 valientes que lucharon por la libertad desde la cuna del parlamentarismo’ cita de Luis Pizarro, Político, Consejero de Gobernación y Justicia de la Junta de Andalucía de 2009 a 2011 y Presidente del Consorcio del Bicentenario de la Constitución de 1812.








   Calle de la escalerilla (Pizarro)


Justo al lado de esta foto se hacía referencia a la Casa Colorá en la esquina de dicha calle,  a su escudo y en donde se dijo que vivió ´Fofi’  Adolfo Bosch Leira. Y María José Ruiz, el pasado Marzo decía que Adolfo nunca vivió en esa casa ni la casa tenía tal escudo.

El 27 de Marzo a través de la red se le respondió, concediéndole la razón y al mismo tiempo se le informaba que se estaba en vía de rectificación de éste y otros posibles errores, que aparecieran más adelante como ha sucedido con este caso concreto que lo confirma.

Pero mientras tanto, en el Capítulo se omitió el párrafo que se prestó a dicho error. No obstante se debe aclarar que sí existió la casa Colorá donde ‘Fofi’ vivió o tenía almacenados objetos de sus descubrimientos arqueológicos marinos, pero ciertamente estaba situada bastante más lejos que la anteriormente referida, nada menos que las inmediaciones del camino de los polvorines de Fadricas y se trataba creo de un edificio alto y comunitario de color ‘Colorao’ muy parecido a otro que existía detrás del antiguo Hospital Naval de San Carlos que podía prestarse a confundirlo incluso con aquel.
En cuanto al Escudo de la Casa origen de la confusión descrita anteriormente en la esquina de la Calle de la Escalerilla, decir y afirmar, que sí tiene un escudo, pero en la cancela interior del portal que da acceso a dicha casa representada por una V confeccionada en hierro.

La V era la inicial del Marqués de Villasegura, título que poseía su propietario Manuel Seris Granier, que fue también Comandante de Infantería de Marina. Hoy esa casa como sigue diciendo en el citado capítulo alberga unos establecimientos de Fotos y de Apatucos, tienda de calzados…












 La magnífica Casa colorá objeto del capítulo



Y en la otra esquina de la Calle de la Escalerilla, la otra y magnifica Casa Colorá de preciosos cierros que fue propiedad de José Ruiz, acaudalado señor venido de Granada, padre de una larga prole de nueve hijos apellidados Ruiz Marcet, nombre que tomó la calle que existe en el Barrio del Cristo.
El citado José Ruiz fue presidente de la Diputación de Cádiz y propietario de varias fincas aledañas a la suya y tenía un negocio de Diligencias, nombre antiguo que recibían los coches que se dedicaban a transportes de viajeros.

Posteriormente vivieron los Seris y dos de sus hijas Celia y Olimpia, de esta última, tomo su nombre el edificio Olimpia actual que tiene como muestra los preciosos herrajes en sus balcones de la citada y magnifica Casa Colorá que sufrió su derribo inopinadamente de un día para otro y su posterior retranqueo.

La casa en cuestión llamaba la atención y era constantemente fotografiada sobre todo por los ocupantes de los coches extranjeros que pasaban cuando la Calle Real era paso obligado a Cádiz.
En su lugar hoy existe un  Edificio de Pisos (nada que ver con la anterior casa) rotulado con el número 173 albergando en su planta baja el Multicentro San José seguido de otros edificios de pisos de características semejantes, el 169 y el 171.  


EN EL CAPÍTULO (XII):

















El Cardenal Spínola



En el párrafo seis cuando se cita al Beato Cardenal Marcelo Spínola y Maestre… se omite decir… que vivió en el actual número 8 de la calle Lope de Vega (conocida como Comedias) y que en la fachada de la  Iglesia de San Francisco existe un mosaico en honor a la figura de dicho Cardenal y en e interior de la Iglesia y en el Batisterio existe una hornacina con la figura de dicho Cardenal y en una vitrina acristalada su Capelo cardenalicio. También… se omite decir al final de  este párrafo… que el Obispo Castrense Monseñor Juan del Río Martín, que con anterioridad había sido Obispo de la Diócesis de Jerez-Asidonia, presidirá la Eucaristía que se celebraría con motivo del CCL Aniversario de la titularidad,  antigüedad y nombramiento de la Iglesia de San Francisco como Iglesia Castrense.

Más adelante en el párrafo ocho, cuando se cita la anécdota del ‘Foli’… se omite otra… que fue muy pintoresca, particular y muy conocida como significativa en la Isla. Se trataba que el citado Foli junto con  Nini Sevillano (el de la Lotería de la esquina de la calle Real con Cervantes para entendernos) y Forito, un solterón con dotes aparentes  de cantante de operas y de zarzuelas, formaban un pintoresco triunvirato presentes en todos los eventos y diversiones; constituyendo una estampa, simpática y singular en aquella época.








  La Compañía de María



Al final de este Capítulo…. Al citar la curiosidad de la existencia de un mosaico desaparecido señalando el Km 632 de la Carretera Nacional IV Madrid-Cádiz a su paso por la Ciudad enfrente de la Compañía de María…. Omití contar otra curiosidad que igual a la que referí de la Iglesia Mayor en relación con la misma circunstancia de aquella. He de decir que la Compañía de María se encuentra situada a 20 metros sobre el nivel del mar. Por tanto, se supone que las alturas de las zonas del Instituto y Observatorio de Marina, Torre Alta y el Cerro de los Mártires, incluso el edificio del Ayuntamiento, están consideradas como las más altas de la Ciudad. Y por lo tanto estarán a bastantes más metros por encima de los 20 señalados de la Compañía de María. ¿No creen?



EN EL CAPÍTULO (XIII):










 La calle San José y San Antonio en la actualidad, sin vías y sin chinos (La primera casa a la derecha de la foto fue donde nací. La foto no recoge la esquina con Servando Gutiérrez en donde mi padre tenía la Academia. Al fondo aunque no se ve, el puente de la Casería tristemente derribado con propósito de colocarlo en otro sitio -según se dijo-  sitio que por lo visto no se ha encontrado hasta el día de hoy…).

Por la calle anteriormente a su asfalto, pasaba el tranvía que iba a La Carraca y estaba pavimentada de chinos hasta algo más de su mitad y antes de llegar al Puente de la Casería era totalmente de arena.
Pero al citar los episodios fantasmagóricos del Patio Cambiazo y decir que vivía en la casa  número 4 que después fue 6 de la calle San José y San Antonio (primera casa a la derecha de la fotografía) como se ha dicho… Omití decir… que dicha casa hacía esquina con la calle Patrón, 27 que después fue 29 y se llamó Servando Gutiérrez.



Y en ella mi padre tuvo una Academia de Enseñanza Primaria -la Academia Vieytes- que durante el día se dedicaba a los  pequeños y por las tardes-noches a las clases particulares y a las preparaciones para adultos a diversos estamentos civiles, militares y públicos que tanto proliferaban en aquella época.

Y funcionó ininterrumpidamente desde su creación en el año 39 hasta el 75. Año en el que falleció. Allí me forjé y me inicié en la Enseñanza. Y También pasaron por dicha Academia una gran cantidad de alumnos diversos (varias generaciones) del Barrio del Cristo y Barrios aledaños,  pero sobre todo de la zona de la Glorieta, San Carlos y la Casería.

Curiosamente, sus alumnos recogieron firmas en solicitud del nombre de una calle que se dominara precisamente ‘Academia Vieytes’. Pero según verán en la foto de abajo, se hizo caso omiso de esta petición y la rotularon como Calle Profesor Vieytes Muñoz.


  













Rotulo de la calle Profesor Vieytes Muñoz


Calle que se la concedieron siendo Alcalde Antonio Moreno. Y además de la circunstancia del rótulo hubo otra, como no concederla en una calle cercana a la zona donde estuvo situada la citada Academia,  trasladándola a otro lugar bastante distante y alejado  de su entorno, que resultó ser detrás del Patio Cambiazo.
Mientras tanto en el momento de esa concesión se estaba rotulando las nuevas calles que se abrieron en la calle Magallanes y aledañas con otros nombres ajenos a aquel entorno.
Por eso viene a propósito y al caso, el término ‘curiosamente’ citado al principio de este relato cuya calle concedida, está fotografiada al pie de este párrafo… 













Calle Profesor Vieytes Muñoz

… La citada calle Profesor Vieytes Muñoz en una de las bocacalles de la Calle San Juan de la Cruz, mientras que en el momento de su concesión, se daban nombres a las nuevas calles que se establecieron en el Camino de la Casería como Germán Caos y otros que no tenían similitud con dicha zona como la que tuvo de hecho dicha Academia.  Y tal vez hubiera sido su más lógico emplazamiento.
Sin embargo, paradoja de la vida, y ‘curiosamente otra vez’, la citada calle aunque es  muy corta, peatonal,  no tiene salida y solamente hay dos casas  -en una de ellas- vive precisamente un alumno suyo.









 Huerta tal vez del Padre Anelo














Otra de las huertas desaparecidas en el Canal, tal vez sea la de San Jorge que figuraba como matriz de las demás en aquella zona.

Independientemente de lo descrito. Estas fotos recogen otro hecho que tampoco se recoge en los citados capítulos, pero que tiene mucho que contar  de lo que fue esa zona en su estado más primitivo y solitario como de otros lugares accesorios de su entorno, que hacen recordar al célebre Canal,  formando parte del lugar que ahora ocupa la calle citada anteriormente.

 Así como las ocupaciones y las transformaciones de tantas huertas convertidas hoy en espléndidas avenidas como León Herrero y Pery Junquera o modernas plazas, rotondas, pisos y  urbanizaciones como Horno Púnicos o Rafael Alberti  por citar algunos ejemplos. Pero sin olvidar que este proceso de dichas   zonas hasta La Ardila, abrió una expansión  de posibilidades acordes y necesarias de convivencias para el éxito y el resurgir futuro de nuestra querida Isla.  

El Canal así llamado por su estructura,  era un sitio idílico e ideal donde los niños se divertían por su particular orografía y en donde algunos alumnos del Liceo se ocultaban en él, cuando decidían no asistir a clase (las llamadas rabonas) que se hacían por entonces.

Así como picotear frutas en las huertas antes dichas existentes entonces, entre ellas, la del célebre y conocido popularmente Padre Anelo, figura muy singular donde las hayas, especialmente dentro del sacerdocio local por su particular forma de celebrar en las Misas y presidir los funerales con su ‘depurado latín’ para entendernos.

 ¿Y quién no ha llevado alguna vez en su moto al ‘Padre grillito’, como así cariñosamente se le llamaba,  después de celebrar un entierro hasta su huerta o al menos hasta la Plaza del Carmen?

Y tanto estas simpáticas anécdotas y todos los relatos y vivencias que se han descritos como las que no aparecen aquí,  son merecedores de contarse, porque también forman parte de la historia de un pueblo o  de una ciudad tan pródiga en anécdotas  y curiosidades tan  interesantes como tan nuestras.

Con este añadido aclaratorio. No obstante soy consciente que aún así, algo se habrá omitido de narrar. Pero me queda la tranquilidad y la satisfacción del deber cumplido ante las omisiones y las rectificaciones efectuadas aquí sobre lo ya descrito en los citados capítulos, a las que el lector es merecedor y tiene todo el derecho de conocer. Y si ha quedado algo, porque siempre ocurre, Ustedes perdonen. 

FIN.

San Fernando a 2 de Febrero de 2016


José María Vieytes Beira. San Fernando. Escrito el 10.03.15. Y publicado hoy como los anteriores que se han venido publicando, cerrando con ello, La Calle Real en 16 Capítulos; Fotografías y La Calle Real en 16 Capírulos;  Omisiones. Todos recogidos en el blog Sed Valientes, por gentileza de Jesús Rodríguez Arias.

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