OBITUARIO
Fallece Jesús del Río, un hombre de radio, un hombre de Cádiz
El responso por el periodista nacido, como él decía, "accidentalmente en Madrid" tendrá lugar hoy en el tanatorio Virgen del Rosario
T. G. / J. A. H. / P. M. D. CÁDIZ | ACTUALIZADO 23.01.2016 - 01:00
"Yo nací en Madrid, pero accidentalmente, ¿eh? Sólo pasé un año de mi vida allí, en el Madrid antiguo, en la calle Mesón de Paredes 116. Después nos vinimos para Cádiz, aquí he vivido, he crecido y he amado y aquí me voy a morir". Jesús del Río Cumbrera, ya en silla de ruedas, con algunos problemas para hacerse entender, pero con todas las ganas del mundo de repasar su biografía, hacía memoria de una vida "dura pero feliz". La vida "afortunada" de quien puede dedicarse a sus "grandes pasiones". Desde ese optimismo tranquilo, en paz, hace algo más de un año que Jesús del Río hacía balance en el jardín de Matías Calvo, la residencia en la que ayer, poco después del mediodía, abandonaba definitivamente este mundo. Por entonces, Jesús del Río Cumbrera, alguien que nunca dejó de aprender, ya se había preocupado por conocer los nombres de cada árbol y la historia de cada edificio que lo rodeaban. También se había preocupado por conocerse a sí mismo. Qué mejor definición que la que nos dio aquel día: "Soy un hombre del flamenco, un hombre cofrade, un hombre, incluso, que también ha tenido que ver con el carnaval pero, sobre todo, un hombre de radio... Qué me ha gustado esa radio, siempre, siempre, toda la vida".
"Mil oficios para comer y una vocación, la comunicación y la radio", decía, jalonaban la cuenta de sus días que se paró ayer tras una larga enfermedad. Hoy, a las doce del mediodía, en el tanatorio Virgen del Rosario, donde se velan sus restos mortales desde ayer, tendrá lugar un responso por su memoria.
Y es que el nombre de Jesús del Río (16 de abril de 1946, Madrid) ha sido un referente en la historia moderna de la radio en Cádiz. A instancias del propio Aurelio de la Viesca, jefe de programas de Radio Cádiz, trasladó su conocimiento enciclopédico sobre el flamenco al programa Eco y Compás. En esta emisora comenzaría en la profesión durante una de sus épocas de mayor esplendor, cuando a mediados de los años setenta comienza la modernización de contenidos, con la llegada a los recién nacidos informativos nombres como Inés Alba y Carlos Funcia, y en los que Del Río tuvo también un papel relevante. "Aurelio de la Viesca me decía: Sal a la calle y búscate la vida", recordaba el periodista en una conversación con este diario hace unos años. Era la radio en la calle y él el protagonista de este profundo cambio.
Además, Del Río presentó programas relacionados con la Semana Santa, que completaba con su pasión por el flamenco y fue parte del nacimiento de Radio Popular en Cádiz, donde trabajó en todos los programas posibles, entre ellos, en la retransmisión del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas. Pero fue en Radio Cádiz donde, rememoraba, "he estado y colaborado durante más de 30 años... Una vida...".
Una vida que llegó al mundo en Madrid y que, después de un año, recalaba en la calle Santo Cristo de Cádiz, su primer hogar y el definitivo cuando, años después, Jesús y su hermana compraron la casa, situada en el número 6, donde pasaron su infancia.
A los 14 años entró en los depósitos de Tabaco. Sería el primer trabajo de una larga lista de oficios "para ir sobreviviendo", como él mismo reconocía. Celador nocturno del desaparecido Colegio Valcárcel sería la ocupación que le concedió la estabilidad y por la que pudo llevar con dignidad sus días de retiro laboral.
Presentador de infinidad de festivales flamencos, amigo personal de los artistas, Jesús del Río fue socio de honor es insignia de oro de las peñas flamencas Juanito Villar y Enrique El Mellizo, socio de honor de la peña la Estrella y miembro numerario de la Cátedra de Flamencología de Jerez.
Devoto y cofrade, el Nazareno y el Cristo de la Misericordia centraron, principalmente, su interés. Muy especial fue su vinculación a la cofradía del Nazareno, a la que se dedicó durante muchos años en cuerpo y alma y de la que se recuerda, especialmente, su faceta como secretario. Fue un gran divulgador de la historia y peculiaridades de la corporación de Santa María, siendo habituales sus colaboraciones escritas en este periódico y firmando también numerosos artículos y trabajos en publicaciones cofrades especializadas.
Además, el gaditano pertenecía a las hermandades gaditanas de Vera-Cruz, La Palma, el Carmen y la Santa Caridad, además de las corporaciones hispalenses del Silencio y de Omnium Sanctorum. Inolvidable fue la estampa, para todos aquellos que la presenciaron, del pasado Lunes Santo de 2014 cuando el cofrade Pepe Valero llevó a Del Río a la iglesia de la Palma antes de la salida de su Cristo.
"He vivido, he vivido mucho... ¿Me chanelas?". Le chanelamos Jesús. Que sea un buen viaje.
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