Este sábado pasado cambiaba el artículo que tenía previsto publicar hoy y es que la actualidad, por muy dura que pueda ser, manda.
Hoy he querido expresar lo que he percibido tras el asesinato de los agentes de la Guardia Civil, Don Miguel Ángel González Gómez, cañaílla para más inri, y Don David Pérez Carrocero que fallecieron en acto de servicio el pasado viernes 9 de enero tras ser arrollados por una narcolancha en Barbate.
Lo que aquí he escrito lo acontecido las primeras horas hasta el sábado a las dos de la tarde, después han sucedido muchas cosas, algunas injustas, otras muy dolorosas, y muchas extremadamente emocionantes.
Honor y Gloria siempre a la Guardia Civil.
Jesús Rodríguez Arias
MÁS ALLÁ DEL DEBER
Cuando este pasado viernes 9 de enero la provincia de Cádiz sucumbía a los efectos de la borrasca “Karlotta” nuestra Guardia Civil desarrollaba labores de vigilancia en el puerto de Barbate. El resultado es el que todos conocemos: Dos agentes han muerto en acto de servicio cuando una narcolancha de unos catorce metros y tres o cuatro fuerabordas que embistió a la pequeña embarcación de unos cinco metros en la que se encontraban y les pasó por encima. Otros dos fueron heridos, uno de gravedad.
Este hecho nos conmocionó a todos y muy especialmente a los que conforman la gran Familia de la Guardia Civil. Las noticias empezaron a publicarse en los medios, las declaraciones e intervenciones también. El ministro del Interior hacía acto de presencia en estas gaditanas tierras gesto que ha arañado aun más los heridos sentimientos tanto de familiares como de una gran mayoría de ciudadanos que se han ido pronunciando en redes sociales su disconformidad con la gestión del ministerio para con este benemérito e insigne cuerpo.
La Fiscal Antidroga de Cádiz ha declarado que las embarcaciones “campan a sus anchas” en los muelles de la provincia de Cádiz. Lo que se ha presenciado en Barbate es un asesinato en las que unas personas sin escrúpulos ni piedad arremeten contra los agentes que estaban desempeñando su trabajo, velando y protegiendo a la ciudadanía de esta lacra que es el terrorismo. A juicio de la señora Fiscal es narcoterrorismo. “Que no vengan al funeral si después no dan los medios”.
Uno de los agentes que dieron sus vidas en acto de servicio es natural de San Fernando. Miguel Ángel González Gómez, de 39 años y que pertenecía al Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS). Tenía pareja y una hija. El agente isleño estaba vinculado al Club de Balonmano de San Fernando. Su Familia reside en la Barriada Carlos III.
Don David Pérez Carrocero, el otro agente fallecido era agente del Grupo de Acción Rápida (GAR). Nacido en Barcelona, tenía 43 años, casado y tenía dos hijos.
En las últimas horas se han ido sucediendo arrestos a los que la Guardia Civil les ha atribuido dos presuntos delitos de homicidio y lesiones graves a agentes de la autoridad a los tripulantes de la narcolancha detenidos que han causado la muerte de los dos mencionados agentes.
“Nadie se imagina lo que se pelea ahí en medio y siempre sale el pundonor que nos lleva más allá incluso del deber”. Palabras de un guardia retirado que ha servido gran parte de su vida en el servicio marítimo de la Guardia Civil.
Un suceso que ha arrasado a toda España, en muchos lugares del terruño patrio se ha decretado días de luto e incluso se han suspendidos actos del carnaval. No es el caso de La Isla, que ni un día de luto oficial ha decretado, aun siendo una de las víctimas original de San Fernando. Un suceso que ha llenado portadas de medios y minutos de radio, así como de televisión. Pero permitidme que tenga un especial recuerdo por sus Familias, los que verdaderamente han quedados heridos de muerte en sus más profundos sentimientos. Hoy, ayer, en estos próximos días serán muchos los que hablarán, escribirán, pero un día el silencio del olvido volverá a reinar y entonces es cuando los que en verdad creemos y queremos a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y más concretamente a la Guardia Civil tendremos que alzar la voz para que la memoria de nuestros héroes no languidezca en la nebulosa del olvido. A mí ya os digo que nadie ni nada me va a callar a la hora de recordar la memoria de quienes sirven más allá del deber y que tienen el honor como principal divisa.
Días de inmenso dolor, de reabierto dolor, de esa impotencia que nos lleva a lógica rabia pero que al final esta desaparece a base de lágrimas y también del cariño de tantas buenas y anónimas personas.
Descansen en Paz los que han entregado sus vidas por España y por nuestra seguridad. Deseo el pronto restablecimiento de los heridos. Anhelo que el peso de la Ley recaiga sobre los que con frialdad les sesgaron la vida.
Y es verdad que la muerte no es el final, pero duele tanto…
Jesús Rodríguez Arias
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