Tenemos una larga conversación pendiente para que me hables de tus ayeres, de tu presente y de como ves ese futuro que siempre está por llegar...
Pero hoy, último lunes de este mayo tan mariano, quería dedicarte este artículo a modo de carta abierta que se publica en mi tribuna de Andalucía Información - Información San Fernando.
Sí, hoy mi artículo va dedicado a mi querido hermano en la Redención Salesiana, Don Manuel Lema Briante.
Jesús Rodríguez Arias
MANUEL LEMA BRIANTE
Empiezo a escribir esta carta a modo de artículo el día de María Auxiliadora que es devoción universal y particularmente nuestra. Sé que tenemos una cita pendiente porque me tienes que contar mucho de tus ayeres, de tu presente y como tú concibes ese futuro que en verdad siempre está por llegar. Hablar largo y tendido de tu vida que da para un libro entero, de tu forma de sacar fuerzas de flaquezas para encarar cada día, de tus alegrías y también pesares, de tu demostrada Fe en María y de la Redención de Jesús.
Lunes 30 de mayo cuando los peregrinos caminan ya por los arenales entre risas, lágrimas, cantares y plegarias, con el fin de encontrarse con la Madre de Dios que es Rocío de la mañana y que en Pentecostés la Blanca Paloma despliega sus alas para volar por los tejados de las blancas casas, para que se viva, tras dos años de ausencia, la devoción vivida y demostrada, la Fe sin paliativos a la que le sobran palabras…
Hoy cuando queda día y poco para que este florido mes tan mariano se despida quiero escribir un poco de ti, de lo que me aportas, enseñas y motivas.
Sí, porque la vida de Manolo daría para un libro como poco ya que él en sí es testimonio de vida entregada a Cristo, a la bendita Madre por siempre de la Iglesia, Auxiliadora del Pueblo de Dios, a su vocación salesiana que vive cada día y la transmite a los demás con palabras y sobre todo con hechos. De hombre que vive en Jesús, que trabaja de lo que sea en la hermandad de la Redención que nos une porque su vida se resume en entregarse, trabajar, servir, amar y siempre con la eterna sonrisa que le es tan característica.
Manuel Lema Briante es ese tipo de personas de las que aprendes que vivir es apasionante y más si pone tu existir en manos de la Virgen. Que los sufrimientos se superan, aunque permanezcan en la memoria, que la enfermedad, por más traicionera que pudiera parecer, es camino de santificación, que los problemas al final se van solucionando porque ya sabemos que no hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo resista.
Ha sido y es un ejemplar hijo, hermano, marido, aunque su mujer Charo esté ya junto a María Auxiliadora, padre, abuelo, amigo y hermano en la Fe. Hablo desde La Atalaya en la que estoy instalado y que me hace ver todo con mejor objetividad, aunque en el caso de Manolo es bien complicado pues es un hombre que queriendo a todos también se hace querer.
Y es que Manolo en verdad es un buen padre y no solo en su familia sino con todos los que tenemos el privilegio de tenerlo cerca. Padre y amigo para muchos alumnos salesianos cuando estaba en el colegio y también para con los hermanos de la Redención. Hombre cercano, sencillo, de trato afable y cariñoso, siempre está disponible y aunque no esté ni al cincuenta por ciento de sus fuerzas está presto a servir, a dar oportuno consejo, a meter mano donde haga falta, ayudando a todos sin excepción, dando el consuelo en la Fe que nos une a todos por igual.
Sí, pienso que Manuel vive la penitencia que muchas veces rodea su existencia, aunque él se ocupa de transformarla en Esperanza. Su vida no ha sido ni es fácil pero no se queja ni se lamenta, sino que da gracias a Dios a y a la Santísima Virgen por la misma porque si Ellos así lo han querido es porque es bueno para él y su familia. ¡Qué ejemplo de Fe nos das a diario querido hermano!
Coherencia y compromiso en vivir una vida cristiana hacen que a pesar de los pesares siga en primera línea en su querida Hermandad de la Redención Salesiana. Que Manolo siga a pie del cañón es un gesto que hay que saber apreciar y valorar porque en los tiempos que corren no es común que esto ocurra. En Manuel Lema Briante se cumple al cien por cien el lema de “Servir al Señor con Alegría”
Solo por su testimonio personal ya es depositario de toda confianza.
Jesús Rodríguez Arias
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