jueves, 2 de abril de 2020

¡AY, QUÉ PACIENCIA...!



La vida está llena de pequeños momentos. Y normalmente los pasamos en el trabajo, en la calle, de mil maneras. Ahora, con la casa a cuestas y la familia dentro, la paciencia adquiere una dimensión propia, continua. El papa Francisco, en numerosas audiencias y escritos, nos ha dejado una buena colección de ideas sobre esta pequeña pero necesaria virtud.
DE LA IGLESIA Y DEL PAPA
Opus Dei - ¡Ay, qué paciencia…!
1.La paciencia es soportar, llevar a los hombros las cosas no agradables de la vida. También las pruebas; es capacidad de dialogar con los límites. Audiencia, 12 febrero 2018
2. Los padres deben ser pacientes. Muchas veces no hay otra cosa que hacer más que esperar; rezar y esperar con paciencia, dulzura, magnanimidad y misericordia. Audiencia, 4 febrero 2015
3. Incluso en las mejores familias hay que soportarse, y se necesita mucha paciencia para soportarse. Pero la vida es así. La vida no se construye en un laboratorio, se hace en la realidad. Audiencia, 20 mayo 2015
4. Los seres humanos, por muy diferentes que sean unos de otros, han sido creados para vivir juntos. Ante los contrastes, paciencia: un día descubrirás que cada uno es depositario de un trozo de verdad. Audiencia, 20 septiembre 2017
5. El cristiano no está hecho para el tedio; en todo caso, para la paciencia. Sabe que también en la monotonía de ciertos días siempre iguales se esconde un misterio de gracia. Audiencia, 11 octubre 2017
6. Todos sabemos que no hay una familia perfecta, tampoco un esposo perfecto o una esposa perfecta. Por supuesto, ni siquiera hablaríamos de una suegra perfecta. Audiencia con parejas de novios, 14 febrero 2014
7. La paciencia se afianza cuando reconozco que el otro también tiene derecho a vivir en esta tierra junto a mí, así como es. Amoris Laetitia, 92
8. Si no cultivamos la paciencia, siempre tendremos excusas para responder con ira, y finalmente nos convertiremos en personas que no saben convivir, antisociales, incapaces de postergar los impulsos, y la familia se volverá un campo de batalla. Amoris Laetitia, 92
9. Sólo un pequeño gesto, algo pequeño, y vuelve la armonía familiar. Basta una caricia, sin palabras. Pero nunca terminar el día en familia sin hacer las paces. Amoris Laetitia, 104
10. Darse tiempo, tiempo de calidad, que consiste en escuchar con paciencia y atención, hasta que el otro haya expresado todo lo que necesitaba. Amoris Laetitia, 137
11. Hay que enseñar con paciencia a los hijos a tratarse como hermanos. Ese aprendizaje, a veces costoso, es una verdadera escuela de sociabilidad. Amoris Laetitia, 195
12. La convivencia es un arte, un camino paciente, hermoso y fascinante y tiene unas reglas que se pueden resumir en tres palabras: ¿Puedo? Gracias. Perdona. Audiencia con parejas de novios, 14 febrero 2014
13. Nos hará bien pensar que nosotros tenemos un Padre que es paciente con nosotros. Audiencia, 12 febrero 2018

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