lunes, 3 de abril de 2023

* COFRADES POR EL MUNDO

 

Son los cofrades que deambulan por esos mundos de Dios, los que cada día y piensan de donde son originarios, los que cuando llega Cuaresma y se van acercando estos pasionales días notan que se para el reloj de sus vidas mientras los recuerdos hechos vivencias inundan todo...

Mi tradicional artículo del Lunes Santo en San Fernando Información - Andalucía Información va dedicado a los cofrades por el mundos sin excepción...

El lunes 17 de abril nos volvemos a encontrar en esta tribuna para seguir hablando de nuestras cosas...

Os deseo una buena Semana Santa y Feliz Pascua de Resurrección.

Jesús Rodríguez Arias


COFRADES POR EL MUNDO

Son aquellos isleños e isleñas que aman y viven este pasional apostolado durante todos los días y que residen fuera de San Fernando. Son todos los que viven en modo cañaílla el año entero y cuando llega cuaresma, verdadero preámbulo que desembocará en la Semana Santa, su día a día se para y se llena de recuerdos, vivencias, emociones, en torno a su hermandad y sus Titulares.

Los que escuchan marchas procesionales que le llegan a lo más hondo, son los que hacen lo imposible para que algún familiar o amigo les envíen roscos de La Victoria, son los que sueñan con volver a gozar en primera persona la Semana Santa tal y como se vive en La Isla.

Son cofrades de túnica, penitencia, e incluso de “almoá” estos últimos tienen el privilegio de cargar los pasos de palio y de misterio según los cánones de este bendito lugar.

Pienso en Manuel preparando todo para vivir junto a su familia su particular Martes Santo o José Manuel que hace lo propio pues aun viviendo en diferentes ciudades comparten día y cofradía. Juan Antonio que vive según los dictados del Lunes Santo e intentará hacer encaje de bolillos aun sabiendo que lo tiene complicado por su trabajo. Jesús, allá por el centro de España, también recuerda la Semana Santa de San Fernando, su hermandad, su familia...

O ese que vive en las islas afortunadas y le es más que difícil volver, aquél que reside por trabajo en Europa Central y  este año por fin volverá para revestirse con su túnica, o quién viviendo en Estados Unidos  intenta calmar el sinsabor que produce la ausencia intentando conectarse para ver o escuchar su isleña Semana Santa o Paco que marchó muy joven a Cataluña y mientras pudo bajó a San Fernando para disfrutar de la Pasión, Muerte y Resurrección según la tierra de sus mayores y ahora contempla la vida pasar sentado en su butacón porque con tantos achaques y la edad ya no está para muchos trotes. Verá las procesiones por la televisión, que es de esas modernas que se conectan a internet, donde los recuerdos envueltos en lágrimas de pura emoción se retrotraerán a la madrugada mientras sigue los pasos del Viejo de La Isla, Nuestro Padre Jesús Nazareno, que camina al son de saetas…

Somos muchos los cofrades que nos hallamos por el mundo que es todo lo que está más allá del río Arillo y el Puente Zuazo. Los que vivimos por decisión propia o por mil motivos más lejos o cerca de nuestra bendita ciudad de San Fernando. Algunos volverán para vivir cada día y especialmente la jornada que sale su cofradía, otros, por imperativos de trabajo o salud, la seguirán en la distancia y estamos los que intentaremos volver algún día concreto y especial para saborear nuestra particular forma de entender la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

Reconozco que este año tengo la intención de ir el día para mí más señalado, espero que la salud me lo permita, pero lo haré de forma anónima, lo más alejado de todo, aunque esté acompañado, pues necesito abrir el alma a lo más recóndito de mis sentimientos y es que en La Isla, en Semana Santa, me hice cofrade por la gracia de Dios y aun cuando vivo a más de cien kilómetros, en lo más alto de la montaña y de la provincia, en La Atalaya de Villaluenga del Rosario, sigo siéndolo.

Este especial artículo tiene muchos nombres propios, los de todos los cofrades isleños que deambulan por esos mundos de Dios, los que cada día piensan y viven en cañaílla, los que cuando llega la cuaresma y se acercan estos pasionales días notan que se para el reloj de sus vidas mientras los recuerdos hechos vivencias los inundan trayéndoles de alguna manera a nuestra bendita Isla.

Somos los cofrades por el mundo, somos los que no renegamos de nuestros orígenes, somos los que nos enorgullecemos de ser cañaíllas.

Os deseo viváis una buena Semana Santa y una Feliz Pascua de Resurrección. Nosotros nos volveremos a encontrar el lunes 17 de abril para seguir hablando de nuestras cosas.

Jesús Rodríguez Arias

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