lunes, 28 de diciembre de 2020

*LA FE TIENE NOMBRE DE MUJER

 




Y como tengo costumbre hace ya algunos años mi último artículo de este 2020 tiene especial dedicatoria.

Jesús Rodríguez Arias



LA FE TIENE NOMBRE DE MUJER

El último artículo de este año 2020 tendría que ser un recopilatorio de cuanto nos ha sucedido, tendría que ser escrito desde esa clase de amargura que nos lleva a la desesperanza y eso no estoy dispuesto hacerlo porque iría en contra de mis principios más insondables.

Podría escribir en este 28 de diciembre del martirio de los Santos Inocentes que son en sí todos los niños abortados y todos esos ancianos y enfermos que morirán por medio de la eutanasia recientemente aprobada en España. Una ley execrable que potencia la muerte en detrimento de la vida. Solo pido a Dios que perdone a los 198 diputados que la apoyaron con sus votos.

Llevo ya algún tiempo dedicando mi último artículo del año a personas concretas dejando un poco lo acontecido y lo normal sería hablar de la pandemia, de sus secuelas, realidades y también de la vacuna que ya se espera como agua de mayo.

La Fe tiene nombre de mujer y en el caso que nos atañe redunda más si cabe esta afirmación pues de quién os hablo vive la profundidad de la Fe de forma recia demostrando con hechos, palabras y algún oportuno silencio su inquebrantable Amor a Jesús, María y la Santa Madre Iglesia. Ella demuestra día a día que una vida longeva y llena de coherencia es en verdad la clase de existencia que muchos deseamos. Mujer de marino de guerra ha sabido en carne propia lo que es hacer el petate cada vez que había nuevo destino. Sabía que donde estaba el marido también lo estaba la familia y por eso cada cierto tiempo cogían carretera y manta junto a sus hijos para dirigirse donde fuera e instalar su hogar.

Esa Fe que siempre ha abonado ha hecho que vea la claridad incluso en momentos muy duros y drásticos pues ha tenido que conocer la dureza de la enfermedad en sus seres más queridos, la reciente muerte repentina de su hijo Antón, la vileza del corazón de unos terroristas que asesinaron a un familiar muy directo. En su corazón, que pese a todo no alberga rencor hacia nada ni nadie, impregna el dolor y también esa clase de alegría que da la Esperanza en saberse hijos de un Dios que ante todo y sobre todo es Amor.

Mujer dedicada en cuerpo y alma a su familia, a la Iglesia así como a las personas que la pueden necesitar. Gran defensora del seminario diocesano así como de nuestro obispo de Cádiz y Ceuta, Monseñor D. Rafael Zornoza Boy. Mujer que con su actitud ante todo santifica la vida ordinaria, lo que en verdad entendemos como el día a día, que a priori parece fácil pero para nada lo es.

Dios que es inmensamente generoso conmigo ha hecho que tenga el privilegio de contar con su amistad que valoro en la verdadera dimensión que tiene pues es un referente en cuanto a testimonio de vida y también de Fe. Observar desde el silencio su inquebrantable fuerza interior me hace pensar que muchas veces nos quejamos demasiado, que dejamos de hacer lo que debemos por naderías, por leves sufrimientos que en verdad de tanto mirarnos en ellos se vuelven insufribles para uno y para el resto. Es bueno aprender de personas que se mantienen en pie, sacando fuerzas de flaquezas, con esa clase de sonrisa interior que da la Fe bien entendida y vivida a cada instante.

Sí, pienso que la Fe tiene nombre de mujer y en este caso en particular se llama Tere Sahagún que es más de lo que torpemente he escrito, su grandeza radica en que todo lo que realiza lo hace siempre para mayor gloria de Dios y eso bien que se nota.

Querida Tere: Bien sabes que tanto para Hetepheres como para mí eres más que una amiga, eres hermana en el Amor de Dios, sabia consejera y una mujer valiente que sabe ponerse al lado de aquellos que son vilipendiados por el mal. Gracias por cuanto haces, gracias por estar siempre ahí.

Ahora solo cabe brindar por un 2021 mejor que el que dejamos atrás. Solo queda mostrar mi gratitud a Andalucía Información San Fernando por su confianza y la libertad que encuentro a la hora de escribir cada semana.

Jesús Rodríguez Arias

lunes, 21 de diciembre de 2020

* REFLEJOS DE NAVIDAD

  



Estamos a días de vivir una nueva Navidad, distinta pero sin perder la raíz de lo que es la celebración. Será una Navidad, como todo el resto de este maldito año 2020, que recordaremos siempre el que se lo pueda permitir.

Y como ya va siendo tradicional hace muchos años mi tribuna de opinión en Andalucía Información de estas fechas es un Cuento de Navidad. 

Esperando os guste y sobre todo os haga pensar.

Jesús Rodríguez Arias




REFLEJOS DE NAVIDAD

Algún día tendré que hacer examen de conciencia, se decía Pelayo a veces, pero nunca llegaba el día. Será porque no le apetecía enfrentarse cara a cara con su pasado, será porque sabía muchas cosas les iban a dar ese resquemor que tienen las heridas que no llegaron nunca a cicatrizar, será porque a lo mejor y en el peor de los casos no ha hecho las cosas tan bien como debiera. Lo cierto es que si había una fecha en el año que más temía era precisamente la Navidad porque es cuando te encuentras con los recuerdos en cualquier recoveco y eso es lo que él no quería.

Próximo a cumplir los setenta puede decir que ha tenido una buena vida, que ha hecho siempre lo que ha querido y también lo que le han dejado. Sus padres Ignacio y Pastora le inculcaron esos valores que son propios en un hogar donde el cabeza de familia es militar, concretamente marino. Virtudes que les enseñaron casi desde la cuna a él y sus cinco hermanos, ya solo le viven dos, y con las cuales creció. Tuvo un hogar ciertamente itinerante pues D. Ignacio, que es como le llamaba todo el mundo, cada cierto tiempo tenía que hacer el petate y montar su hogar en distintas ciudades de la geografía española incluso llegando a destinos internacionales como Bruselas o Estados Unidos. Si una cosa tenía Pastora es que donde estaba el marido estaba su familia. Gracias a esa itinerancia de vida Pelayo nunca llegó a echar raíces en ningún lado, nunca llego a tener amigos de verdad, aunque aprendió mucho, conoció a mucha gente, le hizo tener una mente más abierta, amén de hablar varios idiomas que para los años que le tocó vivir no era para nada moco de pavo.

Estudió arquitectura profesión a la que ha dedicado su vida, su estudio y un prestigio internacional. Ganó mucho y también gastó mucho, vivió demasiado y ahora se da cuenta que no ha valido para nada correr tanto.

Se casó con Charo, una preciosa sevillana que destacaba en la abogacía y como buena pareja de la época se dedicaron a atesorar mucho para después darse cuenta de que nunca tuvieron nada. No eran mucho de Iglesia y por supuesto en Navidad, mientras sus respectivas familias se reunían, viajaban a otros lares para conocer otras culturas despreciando con su actitud la propia suya. Anselmo y Paca, los padres de Charo, eran personas muy humildes que trabajaban en el campo y que con demasiados esfuerzos pudieron pagar la carrera a la “niña”. Pelayo piensa que nunca llegó a gustar del todo a sus suegros porque lo veían un yupi de esos muy trajeados y que hablaba muy “fino”.

Ricardo es el único hijo de Pelayo y Charo que fue quién pagó el pato del prestigio internacional y del inmenso trabajo de sus padres pues se pasó la vida internado en colegios carísimos que impartían la excelencia académica pero no el cariño ni el amor de unos padres, de una familia. Ricardo creció, se hizo hombre, e ingresó en la Escuela Naval de Marín, para orgullo de su abuelo Ignacio, y ahora es capitán de corbeta con destino en San Fernando donde ha hecho una preciosa familia junto a Lola y sus tres hijos.

Pelayo sufrió en sus propias carnes la crisis económica, perdió ingente cantidad de dinero, tanto que incluso fue eliminado de las listas de los que son influyentes. Fueron años demasiados duros que hizo viera cuantos errores había cometido. Había sacrificado a su propia familia por el maldito interés.

Hace unos años decidió dar carpetazo para comenzar nueva y definitiva etapa con Charo, el gran amor de su vida, en La Isla que lo vio nacer. Viven un poco alejado de todo y todos, en un bonito chalé que casi siempre está demasiado vacío. Este año, como cada Nochebuena y Navidad, la pasarán en soledad.

Saben que este año serán unas navidades virtuales, saben que ellos tampoco pueden pedir peras al olmo. Lo que no saben es que tras el timbre que suena rompiendo el silencio de la Nochebuena están Ricardo, Lola y sus nietos, lo que no saben es que también para ellos hay Navidad.

Con mi tradicional cuento os deseo a todos una Feliz y Santa Navidad.

Jesús Rodríguez Arias




lunes, 14 de diciembre de 2020

* ESPERANZA

 



 


En esta semana tan especial quiero compartir con todos vosotros una historia llena de Esperanza...

De eso trata mi semanal tribuna en Andalucía Información.

Jesús Rodríguez Arias





ESPERANZA

Antonio a sus 63 años no se acuerda bien de la estampa que tenía su madre Carmen en el recetario de cocina heredado de la abuela Encarnación. No, no es capaz de poner cara a la Virgen que allí estaba fotografiada. Sí recuerda que era papel de foto que presentaba el apergaminado amarillento de las cosas antiguas y muy usadas. Antonio no se acordaba si la imagen a la que tanta devoción tenía su madre era la Virgen del Carmen u otra pues su memoria con tanto trabajar ha ido disminuyendo aunque todavía sea capaz de rememorar la larga carta de tapas que se servía en el bar que regentaba su padre al ladito del Mercado.

Y es que Antonio empezó en esto de la hostelería siendo un chinorri ya que ayudaba a su padre en el bar. Antes no era como ahora que parece que los jóvenes nunca cumplen la mayoría de edad, antes había un sentido del deber, antes los jóvenes eran mayores de un día para otro y adultos tras hacer el servicio militar.

Su vida no ha sido fácil como para nadie de su generación que consiguieron labrarse un futuro con demasiados esfuerzos y lágrimas. Antonio sucedió a su padre al frente del bar cuando este se “jubiló” aunque en verdad no lo hiciera nunca del todo.

Cuarenta y nueve años al frente del bar que se tuvo que trasladar unos metros ya que la propiedad cambió de manos y con ésta vino una brutal subida en el alquiler. Todavía se pregunta como le pidieron que pagase lo mismo que en la sevillana calle Sierpes. Ni tanto ni tan calvo…

Antonio se casó con Luisa delante de la Virgen del Carmen. La recuerda guapa y con ojos llenos de felicidad. La misma que tenía cuando parió a sus tres hijos: Antonio, Juan y Carmela. Mujer dedicada a su familia y también a trabajar pues ella es la que gobernaba la cocina del bar que en verdad era una ampliación de su casa. Luisa hace poco menos de diez años enfermó y se la llevó ese Dios en el que él ya no creía en tres meses dejándolo demasiado solo y abandonado. Mientras algunos se refugian en la tristeza, otros en la desesperación, el bueno de Antonio se refugió en el bar y que gracias a su hijo Juan y Asún, su pareja, pudieron salir hacia adelante.

Cuando la cosa más o menos iba bien sucede lo impensable pues llega de China un virus que acaba destrozando vidas y negocios. El cierre de meses por el confinamiento, eso que los cursis llaman “primera ola”, los aplastó. Después el verano que más o menos para al final con tanto cierre perimetral, tantas restricciones y toques de queda Antonio ha tenido que bajar la baraja del bar para siempre porque ya no podía mantenerlo ante su desmesurado coste y además sin haber recibido ninguna de las ayudas prometidas por las Administraciones.

Es verdad que le coge con más de cuarenta años cotizados, con una familia que es alegría y riqueza para el corazón, con unos nietos e hijos que lo quieren y sobre todo admiran, pero él está algo vacío, no solo porque eche de menos a Luisa a cada instante, sino por la falta de Fe. A lo mejor por eso se acuerda tanto de esa vieja y amarillenta estampa de su madre.

Un día, paseando por la calle Real, pasó por la Iglesia de paredes blancas inmaculadas del barrio de San Francisco, miró hacia arriba y vio al azulejo del Sagrado Corazón de Jesús que antes estaba en la fachada del Ayuntamiento donde ahora hay unas horteras letras de aluminio y sin pensárselo dos veces entró. Sí, allí estaba la imagen que tanta devoción le tenía su madre y su abuela: La Señora de la Esperanza. Ella era la Fe de sus mayores y también la que creía no tener. En su mirada se refleja que los miedos, padecimientos, dolores son mitigados hasta hacerlos desaparecer. Entonces Antonio vio y creyó que una vida sin Esperanza simplemente no es vida.

En la misma Esperanza que  vivió y murió nuestro querido hermano Juan Manuel, Mamé,  Abreu Ibáñez que ya descansa en Paz. Mi pesar a su Familia, a mi querida Hermandad de Expiración así como a la J.C.C.

Jesús Rodríguez Arias

miércoles, 9 de diciembre de 2020

*REDENCIÓN EN TU MIRADA

 



Mi semanal tribuna publicada hoy miércoles 9 de diciembre en Andalucía Información tiene esencia de Jerez y aroma de La Isla...

Jesús Rodríguez Arias








REDENCIÓN EN TU MIRADA


De todo el amplio abanico de temas a tratar esta semana pienso he elegido el mejor, el que más me llena y con el que me siento complacido. Sé que muchos de vosotros pensabais que podría escribir de otras cuestiones que nos preocupan, ya lo haré más adelante, pero hoy quería que mi artículo tuviera esencia jerezana y aroma de La Isla.

Hoy os quiero hablar de cómo quedé prendido de la Redención al encontrarme con la mirada de Jesús. Fue hace dos años con motivo del VII Anuncio de la Navidad que estuvo a cargo de mi querida amiga y hermana en la Fe Ana María Gutiérrez de la que fui su presentador. Una semana antes había girado la protocolaria visita a la Hermandad que organizaba dicho acto y que he de reconocer me recibieron con los brazos abiertos.

Estuve conversando con su hermano mayor, Agustín Llamas, para coordinar un poco lo que era en sí el protocolo del evento y después pasamos de la Casa de Hermandad al Santuario de María Auxiliadora para conocer en primera persona a los Titulares. Sirvieron de cicerones la propia Ana María y Rafa López Ruiz, secretario de esta populosa confradía de la tarde del Jueves Santo en Jerez y un apasionado de la Santísima Virgen María, Madre de la Iglesia.

Expectante estaba ante las tallas de Jesús y María que me cautivaron desde el primer momento ya que Ella tiene tintes muy macarenos y Él, al encontrarme con su mirada, quedó prendido en mi corazón por los siglos de los siglos. Me dijeron que tenían previsto una restauración del Señor por su propio autor, el reconocido imaginero Juan Ventura. Sólo os diré que tras ser magistralmente anunciada la Navidad por mi querida Ana María Gutiérrez formalicé mi incorporación en la Salesiana Hermandad de la Redención en la cual me encuentro a gusto, feliz y también en Familia que eso en verdad es lo que debe ser una hermandad.

Hace seis meses Nuestro Padre Jesús de la Redención partió para tierras sevillanas para alojarse en los talleres de Juan Ventura y el lunes 7 de diciembre la impresionante talla de Cristo ha vuelto a casa, al Santuario de María Auxiliadora en Jerez de la Frontera. La imagen restaurada del Señor se ha guardado en el mayor de los secretos, como debe ser, hasta que por medio de la Solemne Eucaristía que a partir de las doce del mediodía quede expuesta a veneración de todo el pueblo.

Me alegro con las alegrías de mi querida hermandad de la Redención y más con sus hermanos que son los míos. Confieso que comparto sentimientos llenos de emoción ante la vuelta a casa de Jesús y su impresionante restauración. Cristo ha vuelto a su casa en el jerezano Santuario de María Auxiliadora y todos los hermanos y vecinos de tan popular barriada nos encontramos tranquilos y fervientemente alegres.

Jesús, que está a semanas de Nacer, es la Esperanza viva en la que podremos encontrar lo que es la Redención, el Amor y con Él la entrega y el servicio a los demás sin tiempos ni límites. Pienso que en los tiempos que corren ser cristiano, ser de Cristo, es una verdadera heroicidad, porque estás en una constante guerra civil interna entre lo que debes o no hacer para intentar ser coherente.

Y también reconozco que estos días tengo en el recuerdo  a mi querida hermandad de Afligidos de San Fernando, a la cual pertenezco hace ya treinta y cinco años, en la que aprendí ser un cristiano-cofrade veraz, servir a la Madre Iglesia como ella quiere ser servida, leal con sus pastores y por eso mismo, desde mí coherencia personal, debo dejar constancia de mi absoluta lealtad a mi siempre querido y admirado Monseñor D. Rafael Zornoza Boy, obispo de Cádiz y Ceuta por ser un Pastor bueno que representa a la Iglesia Católica en la cual creo.

Mis recuerdos se pierden cuando encuentro la mirada de la Virgen de la Amargura que es elegante belleza, por siempre Inmaculada y Madre de la Iglesia.

Jesús dame tu Redención y alivia mi Amargura.

Felicitar a mi querida Hermandad de la Redención Salesiana de Jerez de la Frontera por hacerlo todo tan bonito.

Jesús Rodríguez Arias



martes, 8 de diciembre de 2020

LECTURAS Y EVANGELIO SOLEMNIDAD INMACULADA CONCEPCIÓN

 




Evangelio de hoy y lecturas

Primera lectura

Lectura del libro del Génesis 3, 9-15. 20

Después de comer Adán del árbol, el Señor Dios lo llamó y le dijo:
«Dónde estás?».
Él contestó:
«Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí».
El Señor Dios le replicó:
«¿Quién te informó de que estabas desnudo?, ¿es que has comido del árbol del que te prohibí comer?».
Adán respondió:
«La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto y comí».
El Señor Dios dijo a la mujer:
«¿Qué has hecho?».
La mujer respondió:
«La serpiente me sedujo y comí».
El Señor Dios dijo a la serpiente:
«Por haber hecho eso,
maldita tú
entre todo el ganado y todas las fieras del campo;
te arrastrarás sobre el vientre
y comerás polvo toda tu vida;
pongo hostilidad entre ti y la mujer,
entre tu descendencia y su descendencia;
esta te aplastará la cabeza cuando tú la hieras en el talón».
Adán llamó a su mujer Eva, por ser la madre de todos los que viven.

Salmo

Sal 97, 1-4: Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R/.

El Señor da a conocer su salvación,
revela a las naciones su justicia.
Se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R/.

Los confines de la tierra han contemplado
la salvación de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R/.

Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Efesios 1, 3-6. 11-12.

Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en Cristo
con toda clase de bendiciones espirituales en los cielos.
Él nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo
para que fuésemos santos e intachables ante él por el amor.
Él nos ha destinado por medio de Jesucristo,
según el beneplácito de su voluntad,
a ser sus hijos, para alabanza de la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido en el Amado.
En él hemos heredado también,
los que ya estábamos destinados
por decisión del que lo hace todo según su voluntad,
para que seamos alabanza de su gloria
quienes antes esperábamos en el Mesías.

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 26-38

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo:
«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».
Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel.
El ángel le dijo:
«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».
Y María dijo al ángel:
«¿Cómo será eso, pues no conozco varón?».
El ángel le contestó:
«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, “porque para Dios nada hay imposible”».
María contestó:
«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».
Y el ángel se retiró.