lunes, 1 de diciembre de 2025

MARI CARMEN Y DAVID

 




En La Isla se vive la Esperanza de forma especial porque es una ciudad donde lo castrense se une con lo civil, la religiosidad popular con la Fe y con la Caridad. El color que esta virtud teologal desprende es el verde más absoluto y bonito que existe.

Desde que se anunciara la coronación canónica de la Santísima Virgen de la Esperanza cuyo acto tuvo lugar en el solemne pontifical celebrado el sábado 25 de octubre en el Panteón de Marinos Ilustres, la Hermandad de la Expiración, con ellas sus hermanos y colaboradores, se han volcado con una preparación espiritual, de acción hacia los que sufren, con un testimonio de vida cristiana inmensamente necesaria hoy en día.

Dicho esto, quiero escribir de dos hermanos cuyos corazones laten en verde Esperanza Coronada, dos amigos a los que quiero y admiro, dos cristianos-cofrades que han dado, siguen haciéndolo, toda su vida en vivir, desde la coherencia en la Fe que nos une, en la Real, Venerable y Franciscana Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Expiración y María Santísima de la Esperanza Coronada. Vulgo “El Silencio”.



Mari Carmen y David, también sus hijos, tienen la sangre verde, que es el color de la Esperanza, aman con locura a sus Titulares, son personas integradas en la parroquia vaticana y castrense de San Francisco de Asís, son cristianos recios que viven la Fe desde la rectitud. Intentan, y hacen bien, no mezclarse en insidias barriobajeras, que en vez de ayudar lo que hacen es destruir. Gracias a su impronta y de quienes han conformado y conforman su equipo de gestión la Hermandad tiene un nombre, un prestigio y una forma de hacer las cosas como debe por la antigüedad que atesora.

Gracias a ellos y a los que integraban su junta de gobierno tuve el privilegio de conocer esta Hermandad. En septiembre de 2017 me comunicaban que había sido designado para ofrecer el XXXVIII Pregón a María Santísima de la Esperanza. Esta encomienda me la devolvió para toda la vida, en todos los momentos y circunstancias que he vivido nunca me ha faltado. Declamar las palabras escritas en un sábado gélido como fue el 16 de diciembre hizo que se llenaran las reservas de Esperanza hasta límites insospechados.

He querido escribir y dedicar mi semanal tribuna en San Fernando Información a Mari Carmen Márquez Delgado y David Gutiérrez Vázquez porque pienso se merecen que públicamente manifieste mi reconocimiento por toda una vida dedicada a nuestra querida Hermandad, al Santísimo Cristo de la Expiración y a María Santísima de la Esperanza Coronada. El legado que están dejando en la Hermandad de Expiración de San Fernando se valorará en su justa medida cuando pase el tiempo.

Estamos tan acostumbrados a criticar la labor de los diferentes hermanos mayores y juntas de gobierno que pienso sería bueno que hiciéramos un examen de conciencia y por una vez les demos las gracias.

Jesús Rodríguez Arias