Último artículo hasta el próximo mes de septiembre en mi semanal tribuna de todos los lunes en San Fernando Información. Día para hacer balance de lo que ha supuesto este curso 22/23 desde el aspecto más positivo que para lo negativo solo tenemos que ver, leer o escuchar las noticias de actualidad.
Hoy he decidido quitarme el sombrero...
Jesús Rodríguez Arias
ME QUITO EL SOMBRERO
En este último artículo antes de las vacaciones de agosto voy a escribir de cosas buenas, las malas vienen solas, con las que me quito el sombrero.
El pasado mes de septiembre tanto Hetepheres como yo cogíamos carretera y manta acompañados de nuestras perritas Enriqueta y Fernanda para irnos a la otra punta de España, a un pueblo de la Cantabria interior con pocos habitantes que nos había cautivado solo con visualizar las fotografías.
Un mes donde recorrimos cada pueblo del Real Valle de Valderredible, al que pertenece Loma Somera donde teníamos nuestro hogar, su patrimonio histórico – artístico, sus gentes, su particular gastronomía, la esencia íntima de cada lugar. Un mes para conocer muy por encima algunos lugares de esta Cantabria tan infinita como verdaderamente bella. Volvimos para pasar la Navidad y la verdad es que debo reconocer que me quito el sombrero con un pueblo de cuatro vecinos en invierno y un poco más en verano donde puedes escuchar el silencio, donde puedes respirar la paz.
Me quito el sombrero con una extraordinaria Cuaresma y posterior Semana Santa donde después de algunos años pude reencontrarme con mi querida Hermandad de Afligidos. Cuando mis ojos se posaron en el imponente paso de misterio que elegantemente se dirigía a la entrada de carrera oficial os confieso que se pausaron los latidos del corazón ante tantas emociones y recuerdos que se iban agolpando en el alma.
Me quito también el sombrero con mi querida Hermandad de la Redención Salesiana de Jerez de la Frontera, por ser una Hermandad con hache mayúscula, por cuanto realiza a lo largo del curso cofrade, por sus cultos preparados con mimo, por una Estación de Penitencia espectacular donde lució como la gran cofradía del barrio de Icovesa.
Este dos mil veintitrés es el año en el que también me reencontrado con las intensas vivencias que es publicar un nuevo libro. Después de ocho años, siete de investigación y uno en labores de edición, vio la luz “Corazón verde” con historias, en su mayoría reales, en torno a la Guardia Civil y que ha sido prologado por mi querido amigo y buen hermano, ilustre periodista jerezano amén de un histórico de Publicaciones del Sur, Ángel Revaliente Domínguez. Desde el pasado 15 de marzo no he parado tanto en la promoción en los diversos medios que se han hecho eco, que me han entrevistado, amén de las tres presentaciones que han tenido lugar. Mi gratitud eterna tanto a Gabriel Álvarez Leiva, periodista de la cadena COPE y Ángel Revaliente por la que se realizó en Jerez en el colegio salesiano “Lora Tamayo”. Extiendo mi agradecimiento a la persona del que fuera su director hasta principios de este mes de julio, Don Mario Pardos Ruesca, SDB. Mi gratitud a la persona de Don Alfonso Moscoso González, alcalde de Villaluenga del Rosario y senador electo por la provincia de Cádiz, por organizar la presentación en este bendito pueblo, y honrarme con su amistad, así como a quién lo presentó: Don Jesús Narciso Núñez Calvo, coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz, doctor en historia, buen y admirado amigo. Moderó extraordinariamente el acto mi buen hermano Don Manuel Bouza Montilla “Cheri”. Agradecer al Nuevo Ateneo de Chipiona que organizara la presentación de “Corazón verde” en esta localidad de la costa noroeste. Estuvo a cargo del prologuista Ángel Revaliente Domínguez. Ya este libro que es una feliz realidad habiendo cumplido todos sus objetivos por lo cual me quito el sombrero con todos los que con su granito de arena lo han hecho posible.
Me quito el sombrero con Aurora Marín Astorga, viuda de José Valentín Moreno Fraile, por su grandeza personal y su extraordinaria labor periodística en San Fernando Información. Mi gratitud y admiración por siempre.
Me quito el sombrero con todos aquellos que quiero y me quieren, mis imprescindibles, por su cariño y lealtad siempre.
Y me quito el sombrero con mi mujer Hetepheres, por ser como es, porque sin ella nada de lo que hoy escrito en este artículo sería posible.
Nos volveremos a reencontrar el lunes 4 de septiembre. Un mes ciertamente extraordinario.
Hasta entonces recibid un fuerte abrazo.
Jesús Rodríguez Arias
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