Nomen omen
Llamándose Rayos y truenos es natural que, acabada la primavera, y aquí, que las tormentas de verano brillan por su ausencia, se cierre este blogg, y se abra la temporada de piscina con sus saltos de trampolínk. Ha pasado otros años, casi todos, pero cada cual con su peculiaridad: esta vez no lo tenía planeado, se me ha impuesto (RyT cada vez trampolineaba más) y no lo dejo por ningún proyecto en concreto. Me vencen las ganas de leer, leer, leer en (relativo) silencio.
Nos vemos —D. m.— el 3 de septiembre.
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