lunes, 5 de abril de 2021

* Y FUISTE CORONADA

 



 

Y fuiste Coronada Madre...

Coronada por el Amor de tus hijos que te quieren a morir...

Coronada con el sentimiento mariano de todo un barrio en torno a su Virgen...

Coronada gracias al trabajo y esfuerzo de la Junta de Gobierno que preside mi buen hermano Agustín Llamas...

Coronada aquí en la tierra como reflejo del mismo Cielo...

Y sobre el acto de Coronación litúrgica de la Santísima Virgen Madre de la Iglesia y Auxiliadora del Pueblo de Dios el pasado 20 de marzo, de mi querida Hermandad de la Redención Salesiana que todos los días me da motivo para estar  orgulloso de pertenecer a su nómina de hermanos junto a mi mujer Hetepheres, va este artículo que hoy se publica en mi semanal tribuna de Andalucía Información.

Jesús Rodríguez Arias



Y FUISTE CORONADA



Con sones del Ave María de Caccini fuiste llevada por tus hijos al lugar fijado donde tendría lugar tu coronación litúrgica, donde sobre tus benditas sienes sería depositada una fina corona tan llena de significado como Amor dado y correspondido de unos hijos para con su Madre…

Porque el sábado 20 de marzo Jerez fue tan mariana como lo es el Santuario de María Auxiliadora cuyo Templo acogió este importante y deseado acto litúrgico.

Corona realizada en el taller de orfebrería “Castilleja” que está dirigido por la sevillana María Brihuega Jiménez. Corona con un significado muy específico que paso a detallar: La Corona consta de doce estrellas, con doce circonitas en el centro. Junto con otras doce piedras a los lados de los seis querubines que lucen en la diadema, suman 24, por ser el día de María Auxiliadora. Así mismo, representan al grupo infantil y joven de la Hermandad Salesiana. En el centro, con piedras rojas, simbolizando la sangre de Cristo en la Cruz sobre el globo terráqueo en plata. Sobre las siglas de Ave María, una estrella con circonitas, María es quién ilumina nuestro caminar.

El canasto formado por seis capillas con cuatro ángeles corpóreos en plata. En la capilla central delantera, la Virgen Inmaculada. En la capilla central trasera, San Juan Bosco, ambos cotitulares de la hermandad. Las piedras rojas del canasto recuerdan el color de cuando se celebra su festividad junto a la paloma que cuelga del centro. El día de Pentecostés.

Quiero agradecer públicamente a mi querida amiga y hermana Ana María Gutiérrez que me haya proporcionado estos valiosos datos que dan significado del por qué de esta preciosa Corona. Ana María, no debemos olvidar, ha sido la promotora de este proyecto felizmente hecho realidad y la encargada de todo lo relativo a la organización. Pienso que es bueno destacar la labor de las personas que trabajan a diario poniendo su indispensable granito de arena para que las ideas se materialicen en proyectos y después de un arduo trabajo disfrutemos todos tras hacerse realidad.

Personas como nuestro hermano mayor Agustín Llamas, personas como mi querido y siempre admirado Ángel Revaliente Domínguez, personas como Ana María Gutiérrez, Antonio Mata y su extraordinario equipo de mayordomía, personas como Rafa López Ruiz, Jesús García Cantalejo, Raúl Vargas, José Manuel Lagares, Juan Manuel Pina o el vestidor de la Virgen Jesús Tamayo. No puedo olvidar la implicación y el apoyo constante de nuestro director espiritual, Padre D. Mario Pardos y también quiero agradecer el apoyo de los padrinos de la Coronación, D. Álvaro Domecq y Dª Maribel Domecq Ybarra.

Hoy he puesto nombres y apellidos de personas, hermanos en la Redención de Jesús, a los que les gusta permanecer en el anonimato, les gusta trabajar por y para la Hermandad así como la Iglesia en el modo y manera que quieren ser servidas. Hermanos que trabajan para mayor Gloria de Dios mientras permanecen alejados del efímero protagonismo. Hermanos que reflejan bien a las claras que el único camino es el de crecer, avanzar con paso firme en el presente para ir construyendo futuro.

Esta Hermandad Salesiana sabe que hay que dejar paso a las nuevas generaciones, a los jóvenes, que junto a hermanos que están en la madurez de vida y sobre todo de Fe aporten el necesario equilibrio tan necesario en la vida.

Felicito a mi querido Agustín Llamas, que refleja bien a las claras lo que es ser cofrade y salesiano, porque junto a su equipo ha conseguido grandes gestas en esta joven, sencilla, humilde y a la vez Gran Hermandad.

La necesaria restauración del Cristo de la Redención por su propio autor, los actos que se organizan como por ejemplo el Anuncio de la Navidad, la vida interna de una Hermandad, con hache mayúscula, que dura los trescientos sesenta y cinco días que tiene el año y no solo los que rodean al Jueves Santo. Una Hermandad, como se demuestra en la Redención Salesiana, no es flor de un día sino del incansable trabajo de hora tras hora.

Gracias Agustín, gracias a los que trabajáis y colaboráis con él a diario, gratitud extensiva a nuestro director espiritual, por hacer de nuestra hermandad el vehículo necesario para vivir la Fe dentro de la Santa Madre Iglesia.

Jesús Rodríguez Arias 




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