Reconozco que artículos como el que hoy abre mi semanal tribuna en Andalucía Información es de esos que gustan a muchos y disgustan a otros tantos...
Reconozco que si no hubiera por la sandez pronunciada por Fernando Simón no hubiera escrito lo que pienso sobre este tema y no por falta de valentía o coherencia sino porque me hastía y cansa el hacerlo de un dogmatismo ideologizado y tan poco ilustrado.
Pero puesto a ello aquí tenéis mi opinión y al que le guste bien y al que no, también...
Jesús Rodríguez Arias
NO ES IGUAL
No, Sr. Simón, no es igual ir bajo un paso que en una manifestación. Pero no siendo igual es lo mismo… El director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón atesora una desfachatez impropia de la responsabilidad que ejerce y es triste que sea más “famoso” por lo que dice que por su gestión a todas luces inexistente…
La ministra Darías manifestó con sensatez nada más que saltara la noticia que por coherencia no ha lugar a manifestaciones el 8-M. La situación epidemiológica no lo permitiría. Postura que se ha ido manteniendo y solo espero que en el día de hoy no se vea alguna excentricidad que suponga que la anunciada cuarta ola sea más voraz y mortífera que las anteriores. El pasado martes 2 de marzo tras finalizar el consejo de ministros su portavoz María Jesús Montero recalcó la importancia de la jornada que hoy se celebra y que habría que hacer reivindicaciones sin poner en riesgo, ni en duda, la seguridad y la salud del resto de los españoles.
Pero el solo hecho que haya estado o esté en las mentes de algunas, apoyadas por otros, es simplemente una execrable barbaridad. Manifestarse con un máximo de 500 personas es poner en peligro innecesariamente no las vidas de las y los asistentes sino de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, sanitarios, periodistas, hosteleros y un largo etcétera que solo pensarlo da pavor.
Si la celebración del 8M el pasado año fue un error que trajo mucho dolor y muertes, incluso de personas que asistieron a algunas de las manifestaciones celebradas, las planteadas para este año es simplemente abocar al suicidio colectivo no solo a la organización que representen sino al resto de españolitos de a pie que ya estamos hartos de comprobar que todo lo que conforma el amplio abanico de tradiciones y devociones está prohibido mientras que lo puramente “ideológico” prevalece a pesar de cualquier pesar.
A lo mejor si no hubiera sido por Fernando Simón no habría escrito este artículo pues no hay nada que me hastíe y canse más que hacerlo de la ideologización dogmática de esos que quieren imponer su pensamiento único al resto a costa de lo que sea. Decía mi siempre admirado Alfonso Ussía que él no podía ser dogmático porque tenía sentido del humor y yo suscribo cada palabra dicha por este censurado y valiente escritor que en honor a su libertad no se pliega a bastardos intereses.
Cuando el alelado Simón emitió su opinión de que no es igual ir debajo de un paso o trono procesional que a una manifestación enseguida su mensaje se hizo viral y fuimos muchos los que la compartimos expresando nuestra opinión en redes sociales. Todavía me cuesta comprender como quienes dicen son cofrades y a su vez ostentan el correspondiente carné de progresistas son capaces de defender lo indefendible para maquillar las decisiones de “su” gobierno incluso cuando van en contra de la Fe así como nuestro particular carisma.
“Hay que dejarse de tanta Semana Santa y ser mejores cristianos”, es el mensaje preferido, y yo me pregunto y les pregunto: ¿Ser buen cristiano es apoyar el aborto, la eutanasia, la Ley Celaá, acabar con el Concordato con la Santa Sede, eliminar la asignatura de religión católica de los centros educativos, etcétera? La respuesta a mi pregunta siempre es la misma: No la hay porque esos que aun criticando la Madre Iglesia se revisten con su túnica, se dan golpes de pecho a modo de ripios en un atril o se cuelgan una medalla o venera en el cuello viven en la constante incoherencia personal.
Pienso que no hay nadie mejor para opinar del feminismo que una mujer y aquí os dejo lo que piensa Hetepheres: “El feminismo que yo defiendo es el de mi abuela que dio carrera a sus hijas, el de todas esas madres que tuvieron que sacar solas adelante a sus hijos haciéndolos hombres y mujeres de provecho. También defiendo el feminismo de Coco Chanel, Agatha Christie, Rosa Parks, Emilia Pardo Bazán, Margaret Thatcher entre otras muchas mujeres que hacen o han hecho historia sin necesidad de enseñar sus desnudeces a modo de “protesta” y odiar a los hombres”.
Pues eso…
Jesús Rodríguez Arias
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