Comienza una semana en la que se podría escribir de multitud de temas, todos de candente actualidad, todos importantes y que llegaría a todos los niveles.
Pero he optado por escribir de uno más íntimo como es la agresión de la Demarcación de Costas hacia La Casería que por regenerar la playa son capaces de llevarse todo por medio incluido las coloristas casetas de pescadores, el restaurante "La Corchuela" o la mítica "Cantina El Titi" que es viejo navío cuyo capitán es nuestro buen amigo Bartolo Muñoz.
Pues de eso escribo y ya me conocéis que soy bastante claro pues hay temas que hay que defenderlos a cara descubierta y no con diplomáticas ambigüedades.
Jesús Rodríguez Arias
¡LA CASERÍA NO SE TOCA!
No salimos de una para meternos en otra. En esta enferma y preocupada España con un virus que campa a sus anchas dejando enfermos, muertos y familias destrozadas, en un país donde los sanitarios se enfrentan a una pandemia de inusitada virulencia donde el número de contagiados y fallecidos no importa tanto en el terreno personal sino como simple estadística que será más o menos real según el gobierno, central o autonómico, que le toque gestionar esta debacle social, económica y sanitaria.
En esas estamos cuando el pasado jueves nos llega la noticia de que la Demarcación de Costas en Andalucía - Atlántico se quiere cargar literalmente La Casería. Con el objetivo de regenerar la playa ha notificado a los dueños de las casetas así como a la mítica “Cantina El Titi-Bartolo como a La Corchuela que en el plazo de diez días tienen presentar documentación requerida o abandonar las instalaciones con la pretensión de derruir todo. La fría burocracia se vuelve gélida cuando atentan contra la vida de muchas personas y también con los sentimientos de toda una ciudad.
La máxima autoridad de la ciudad ha comunicado al delegado del gobierno en Cádiz y la delegada del gobierno en Andalucía protesta oficial. Imagino que siendo todos del mismo partido esta actuación por parte de Costas no habrá sido una “sorpresa”. Vamos digo yo…
Lógicamente la respuesta ciudadana ha sido inmediata y hasta se ha creado una plataforma denominada “SOS Salva la Casería de Ossio” e incluso están pidiendo firmas contra el expediente iniciado por la Demarcación que no olvidemos es un departamento que depende del ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico que está dentro de la vicepresidencia cuarta del gobierno de España que ocupa Doña Teresa Ribera Rodríguez. Lo digo pues si al final atentan contra ese cachito tan de La Isla sepamos a quienes en verdad tenemos que pasar factura aunque espero y deseo que esta situación se reconduzca y todo quede en un mal recuerdo.
¿Os imagináis La Casería de Ossio sin las coloristas casetas de pescadores, sin la Corchuela y sin la Cantina El Titi-Bartolo? No, no lo podemos ni siquiera imaginar porque la imagen que todos tenemos de esta coqueta y sencilla playa es precisamente la que hemos visto desde siempre y que ahora está en peligro porque unos grises burócratas dirigidos por mediocres políticos quieren llevar a efecto el proyecto global del gobierno presidido por Pedro Sánchez a favor de la recuperación de todo el borde costero en línea con las actuaciones que se llevan a cabo en contra del cambio climático tal y como ha argumentado el mismo jefe de la demarcación D. Patricio Poullet días pasados. Ahora resulta que la culpa del cambio climático la tienen las casetas, La Corchuela, el Bartolo y La Casería. ¡Menos cuento caperucita!
Espero den decididos pasos para llegar a un “entente cordiale” porque si no es así San Fernando se va a poner en pie de guerra como lo hizo en antaño para defender lo suyo, porque con nuestra historia y con nuestras cosas no se juega.
Estamos hartos de que jueguen con nuestra salud, estamos hartos jueguen con nuestra economía familiar, estamos hartos de que quieran destruir todo lo que es tan nuestro como es La Casería, su playa tal y como la conocemos.
Los niños y jóvenes de mi generación todos hemos visto la inolvidable serie de “Verano azul”, incluso hay expertos en esta materia. Todos nos acordamos de Chanquete y con este caso que atenta contra La Casería me viene a la mente la canción que interpretaron aquellos chiquillos cuando intentaron despojar al viejo marinero de su barco anclado en tierra.
Nosotros podríamos cantar esta versión: “De la Cantina de Bartolo no nos moverán, de la Cantina de Bartolo no nos moverán porque en ella él tiene su vida no nos moverán”.
Y si nos mueven o lo que es peor si nosotros los ciudadanos de a pie no hacemos nada y el gobierno arranca un trozo del corazón de nuestra Isla habremos perdido más de lo que nos podemos llegar a imaginar, habremos perdido para siempre un lugar con inmenso sabor a cañaílla.
Todo mi apoyo a los afectados y en especial a mi buen amigo Bartolo y toda su tripulación.
Y ojo avizor pues #lacaserianosetoca
Jesús Rodríguez Arias
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