EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN; POR JOSÉ ANTONIO SIGLER.

EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN. «Acechemos al justo, que nos resulta incómodo". (1ª Lectura del día). La primera lectura hace una prefiguración del prendimiento de Jesús. Pero no nos quedemos en este dato histórico, que sin duda nos ayudará mucho, sino que lo apliquemos a nuestra vida. Pongámonos en la piel del acechado y del que acecha. Está claro que uno (yo, tú, el otro) tiene que ser justo, honesto y ético. Y esta actitud, muchas veces, resulta molesta para el otro, no porque "le metamos la paja en el ojo", sino porque le descubrimos su pecado. Pero cuando nos lo descubren a nosotros, ¡nuestro pecado!, no nos gusta nada, nos justificamos, nos defendemos (injustamente) acusando e intentamos "salir airosos" para eludir responsabilidades. En el fondo sabemos que el otro tiene razón, pero nuestra soberbia y orgullo nos impide reconocerlo. Por ello, cuándo alguien "te resulte incómodo", analiza la razón porque, posiblemente, te ayude a "ser justo". No nos pongamos, tampoco, en la actitud de decir: "encima le tengo que dar la razón" y aceptar la corrección de malas ganas –ya que no puedes negar las evidencias–, porque con esto estás añadiendo pecado al pecado. Ser justo no es fácil porque tenemos que limar muchas asperezas pero, para ello, Cristo ha marcado el camino y nos precede. Vivamos con alegría y no añadamos más cruces a las cruces. Santa María de Caná, ruega por nosotros.