EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN: "¿Con que darás tu vida por mí? Te aseguro que no cantará el gallo antes que me hayas negado tres veces." (Lectura del día). Duras palabras de Jesús pero, al mismo tiempo, de misericordia al reconocer nuestra humanidad del ser, nuestra fragilidad, "ceder ante el miedo y la vergüenza". Dios conoce bien el corazón del hombre y Jesús no recrimina nada ante la negación de Pedro, lo mira sin juzgar, sin condenar, aún sabiendo que se quedaría sólo. Ya ha habido otros momentos de reproches por parte de Jesús pero este era necesario para quedar constancia de la ternura de Dios y de la aflicción del hombre ante la negación del seguimiento a Cristo y la falta de testimonio. Y, cuando Pedro reconocer que ha flaqueado en su fe y que su debilidad lo ha traicionado, que ha fallado en el seguimiento a Cristo y que es un testigo frágil, es cuando la gracia de Dios se manifiesta en su mayor dimensión. Es cuándo la misericordia, el amor y el perdón empieza a florecer. Nuestra pregunta, y mi pregunta, porque no somos mejores que Pedro, ¿cuantas veces negamos a Cristo? ¿cuantas veces lo abandonamos? Hoy, ya muy cerca la Pascua, te pido, Señor, que disipes mis miedos, que rompa mis comodidades, que libere mis condicionamientos y que me des valentía para testimoniarte. Santa María de Caná, ruega por nosotros.
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