sábado, 17 de febrero de 2018

* MI PREGÓN A LA ESPERANZA: ESPERANZA EN EL AMOR



Parte segunda de las cinco en las que basé Mi Pregón a la Esperanza pronunciado ante la Santísima Virgen de la Esperanza en la Iglesia Vaticana y Castrense de San Francisco de Asís de San Fernando hace poco más de dos meses.

Esperanza en el Amor es vivir el Amor con Esperanza.

Espero os guste y sobre todo que os ayude.

Recibid un fraternal abrazo,

Jesús Rodríguez Arias 

Foto: José Moreno Fraile (Andalucía Información)



ESPERANZA EN EL AMOR



Hermanos:

Ambicionad los carismas mejores. Y aún os voy a mostrar un camino mejor. Ya podría yo hablar las lenguas de los hombres y de los ángeles; que si no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o unos platillos que aturden.

Ya podría tener el don de predicción y conocer todos los secretos y todo el saber; podría tener una fe como para mover montañas; si no tengo amor, no soy nada.

Podía repartir en limosnas todo lo que tengo y aun dejarme quemar vivo; si no tengo amor, de nada me sirve.

El amor es comprensivo, el amor es servicial y no tiene envidia; el amor no presume ni se engríe; no es mal educado ni egoísta; no se irrita, no lleva cuentas del mal; no se alegra de las injusticias, sino que goza con la verdad.

Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites.

El Amor, como la Esperanza, nunca pasa.

En esta Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios (1Co 12, 31-13, 8a) está explicado con palabras sencillas la grandeza del Amor que abarca a creyentes e incluso los que no lo son pues todos son depositarios del Amor hecho Esperanza.

Lo malo es que abstraídos como estamos con las “cosas” del mundo que no nos damos cuenta o simplemente lo obviamos sin pensar que Dios es Amor, que Jesús se entregó para ser sacrificado hasta morir destrozaito expirando en la Cruz, que resucitó para nuestra salvación y cada día a cada instante se hace presente en la Eucaristía por Amor.

Amor de Madre que es Madre en el Amor.
        
Amor de Madre al Hijo de sus entrañas que en menos de una semana volverá a nacer en esta Isla rodeada de sal, de mar y que es cuna de la Armada y también lo hará en la Villaluenga de mi alma, en los corazones abiertos al Amor hecho Esperanza de un mundo que necesita acoger al Niño y hacer suya su Palabra.

Dice el Evangelio que no hay Amor más grande que el que entrega su vida por un amigo, y es verdad pero no conozco Amor más entregado que el de una Madre para con su hijo.

Y es que del Amor, en su más grandiosa expresión, podríamos estar hablando horas y horas que no tenemos pues en él radica todos los secretos de la Felicidad. Lo malo es que cuando escuchamos esta Carta de San Pablo a los Corintios, que suelen ser en las bodas, ni atendemos a la lectura y menos a la profundidad del mensaje tan brutal que atesora. Pero si queremos conocer lo que en verdad es Amor que nos une a todos, creyentes y no, debemos leer y meditar esta epístola que escribiera el santo Apóstol
       
Todo lo que nos pasa: Chismorreos, críticas, mal ambiente, enfados, disgustos, menosprecios, humillaciones, cuando nos dejamos de hablar, nos reímos de aquél al que no podemos ver ni en pintura solo significa una cosa: ¡Que nuestros corazones están carentes de Amor!

Después no critiquemos al mundo por las guerras, las crisis, las enfermedades, el tráfico de personas, la compra y venta de la moralidad..., no, no hagamos de nuestra capa un sayo pues si no somos capaces de Amar en las distancias cortas no pretendamos que ese Amor redunde en la Humanidad.

Y nuestra falta de Amor es lo que nos lleva a que el Perdón no exista en nuestras vidas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario