domingo, 18 de junio de 2017

DON QUINTÍN; POR ENRIQUE GARCÍA-MAÍQUEZ













Diario de Cádiz
Mi memoria del Diario abarca todo el tiempo de don Quintín y las cosas que don Quintín me contaba, con su risa contagiosa, del tiempo de don Gaspar. No hace tanto tiempo de eso. Es verdad que hay una aceleración de la historia. O son mis años. Digo que había una hora en que don Quintín Dobarganes Merodio, corresponsal de Diario de Cádiz y su Departamento, se acercaba a la parada del autobús de Cádiz y entregaba al conductor un sobre cerrado. Un empleado de la empresa Joly lo recogía en Cádiz. Contenía las noticias de San Fernando que al día siguiente leeríamos en el rotativo de gran formato de entonces. Las noticias de San Fernando más leídas, salvo grandes acontecimientos o enormes tragedias, eran las de la sección Noticias de Marina. Tenía las mejores fuentes Dobarganes. Un gran porcentaje de los lectores de Diario de Cádiz en San Fernando estaba relacionado con la Marina. Entonces, que a un vecino -o no- lo destinaran a un buque o dependencia, de San Fernando, Cartagena o Ferrol, era una noticia de interés. El nombramiento de un almirante para la Capitanía General o el Arsenal de La Carraca se destacaba con foto, como es natural. Y amplia nota biográfica. Pero era una sección en la que todos tenían cabida, de almirantes a sargentos, quiero decir.
Don Quintín Dobarganes fue nuestro periodista de la Transición. Y se ganó el respeto de todos, por cierto. Porque intentó ser lo más ecuánime que podía o sabía. Dando cabida en sus informaciones a todos los partidos políticos que acababan de ser legalizados. También Nicolás Alonso, el fotógrafo del Diario de toda la vida hasta que llegó Enrique Rioja. Si está en algún sitio el Archivo de Nicolás, un tesoro tendría esta ciudad, pues sus imágenes resumirían la historia de San Fernando en la segunda mitad del siglo XX. Era un personaje también Nicolás y formaban una pareja perfecta con Dobarganes. Uno presuroso, de un lugar a otro. Y Nicolás con las máquinas colgadas del cuello apareciendo en los actos para llegarse hasta la mayor cercanía del centro de la noticia.
Don Quintín entró en el Diario en los tiempos finales de don Gaspar. Eran personas defensoras de una idea de ciudad y de la ciudad misma. En el caso de nuestro hombre, además, llegado de otras latitudes. La Montaña, en su caso. Como se le decía a los santanderinos. Y convertidos a la religión cañaílla de un modo total y natural.
Don Gaspar, don Quintín, Nicolás, Rioja… Ahora que todos hemos cumplido 150 años, recordemos a estas personas que dieron mucho de su vida informando, fotografiando, defendiendo La Isla en el Diario que fundó un isleño hace 150 años, y que todavía está vivo y muy vivo, con ganas de seguir otros 150 años más, si todo viene bien. Porque es imposible, visto lo visto, aventurar lo que que pueda llegar por este lado de la vida.
Feliz cumpleaños.

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