Domingo de gran solemnidad es lo que se vivió ayer en Villaluenga.
2 de octubre se celebra la Festividad de la Virgen del Rosario aunque su día sea el próximo viernes.
Se respiraba en Villaluenga en torno a Rosario y por donde se mirara aparecía el cartel de Rosario del Pueblo Soberano o el oficial que anuncian las Fiestas Patronales. Ambos voceros cuya autoría la firma mi querido y buen amigo Tachy Barea.
En la madrugada del domingo sufrí una fuerte crisis de mi enfermedad y eso hace que me deje el cuerpo muy desmadejado, sin fuerzas apenas para levantarme de la cama a la silla. Me levanté tarde y una vez actualizado SED VALIENTES mi cuerpo me indicaba que no podía más, que necesitaba descansar mientras escuchaba más allá de la Atalaya como las campanas de la cercana Iglesia de San Miguel Arcángel anunciaban que quedaba poco para empezar con la Solemne Eucaristía en honor de la Patrona.
Hetepheres se fue antes y yo haciendo el último esfuerzo me encaminé muy pausadamente hacia el Templo. Necesitaba ver y tocar el manto de la Virgen, necesitaba comulgar y tener a Cristo Eucaristía dentro de mi, necesitaba rezar frente a Él ante el Sagrario, necesitaba ver a mi gente de Villaluenga, necesitaba tener fuerzas para poder llegar...
¡Y llegué! Aunque estuviera ya empezada la Misa y me pusiera muy atrás pues el Templo estaba completamente lleno.
Gracias a Dios y a la Santísima Virgen del Rosario pude hacer todo cuanto mi alma y corazón necesitaban y después de orar ante el Sagrario pude tocar Su Manto donde ha quedado albergado tanto y más que solo Ella y yo conocemos.
La Iglesia llena de fieles, muchos con las lágrimas en los ojos, hijos de Villaluenga todos de aquí o venidos de cualquier parte.
Un vez terminada la Eucaristía los Costaleros de la Virgen del Rosario iban rodeando el Paso de tan majestuosa Madre mientras su Capataz, Miguel Ángel Pacheco, daba las instrucciones pertinentes.
Antes de salir pude saludar a muchos queridos vecinos y entre ellos a Alfonso Moscoso, alcalde de este precioso lugar, así como Agustín Piña que además de ser propietario de una quesería llena de exquisiteces y ganadero también es Costalero de la Virgen del Rosario.
Allí estaban Diego, Rafael, Alex, Mateo, Domingo, Jesús, Nito, Javier, Gabriel, Fran y tantos otros que como Costaleros tiene la Santísima Virgen. Todos en torno a ella, todos esperando ese tercer toque que la elevara de nuevo a los Cielos de Villaluenga para procesionar por las calles con sus hijos rendidos a sus pies.
Y allí estaban tantos buenos payoyos de nacimiento o decisión que no pudieron estar en Villaluenga por las razones que fuesen.
Y allí estaban todos los payoyos eternos en el corazón y en la memoria de cada uno.
Y allí estaban todos los que tenían que estar y no estuvieron.
Y allí estaban los que gozosos disfrutan de los minutos que puedan junto a la Virgen.
Los Costaleros la elevaron al Cielo por medio de sus hombres y con pisadas medidas paseaban a la Virgen en el silencio del Templo. Ellos serían los que la llevaran al encuentro de su pueblo.
Marcha Real, emoción a flor de piel, lágrimas en los ojos que llegan a las hendiduras del propio alma.
La Virgen ya está en la calle y se nota.
Para mí ha sido un domingo de muchas emociones e innumerables muestras de cariño que recíproco, que es verdadero, como Anita Gutiérrez a la que pude saludar con algo más que cariño, o como el abrazo emocionado con Antonio Benítez, y muchos más que prefiero no nombrar no se me vaya olvidar alguno.
Y es que el día de Rosario en Villaluenga es un día de Fiesta aparte de ser festivo. Me llevé una alegría verdaderamente inesperada cuando vi que mis primos Lourde, Manolo que junto a Helio, Mari y su pequeñín así como Manuel y Yolanda.
Habían venido a conocer el pueblo, del que no paran de ver fotos y comentarios, habían venido a disfrutar del día de la Virgen y a pesar de lo escaso del tiempo se fueron gustándole mucho y entendiendo el por qué me he enamorado de Villaluenga.
Gracias mi queridos primos por venir a Villuenga del Rosario y esperamos veros por aquí dentro de muy pronto.
La Virgen mientras tanto recorría las calles de su pueblo que abarrotado la esperaban en cada esquina.
Después de que mi Familia se fueran con Hetepheres para ver el Mirador, conocer la Plaza de Toros y otros rinconcitos yo busqué a la Virgen y me la encontré bajando la plaza Fernando Portillo. La esperé en la puerta del banco que está casi delante de la casa de Cándida.
Allá a lo lejos pude distinguir a Tachy Barea haciendo esa foto imposible menos para él. Tengo que dar tanto las gracias a Emilio por su buen hacer, por su plena disponibilidad, por todo cuanto hace. ¡¡Gracias, querido amigo!!
La Procesión llegó hasta mí y pude gozar de una larga fila de fieles que precedían la talla más bonita y más querida de Villaluenga y de otros lares que están más allá donde se pierde la vista tras las montañas. Me sentí muy cansado y después de grabar un vídeo en directo en Facebook me encaminé a la sombra de la Iglesia pues necesita de ese frescor tranquilo y apaciguado que existe en el Templo de San Miguel Arcángel cuando se está solo.
Suenan tambores y marchas procesionales, se acerca la Virgen.
¿Ya estás aquí,
Virgen morena,
vienes a mí,
Caudal de Belleza?
La imagen de la Virgen del Rosario se enmarca en el dintel de la puerta formando un cuadro de absoluta belleza. Debajo sus hijos, sus pies y sus manos, mientras ha recorrido el pueblo a cada palmo.
¡Quietos ahí hermanos,
Costaleros al Cielo con Ella,
que es la Virgen del Rosario!
dice el Capataz de Villaluenga.
Bajan sobre sus brazos el Paso de la Patrona mientras suena en la Alameda la Marcha Real antes había sonado la Salve en la voz de sus hijos.
Que no recojan a la Virgen,
todavía es pronto para Ella,
que la dejen que camine,
por estas calles eternas.
Que no recojan a la Virgen,
Madre de mis entretelas,
que este instante no termine,
¡Viva Rosario de Villaluenga!!
Que no, que no recojan a la Virgen.
Ya dentro de las paredes de la Iglesia empieza la rutina de situar a la Virgen en su lugar donde permanecerá todo este mes de octubre, su mes, a veneración y alabanzas de su bendito pueblo.
Un gran aplauso cerró todo y dejó abiertos corazones emocionados, sentimientos a flor de piel, vivencias, recuerdos en cada mirada perdida entre la oración y los sentimientos.
En el último banco,
casi sin molestar,
te rezan en llanto,
Madre de Bondad.
Un nuevo domingo del Rosario en Villaluenga ha terminado. Habrá que esperar otro año entero para ver a la Virgen en la calle.
Qué duro se hace esto,
de esperar el tiempo pase,
más para los Costaleros,
de tan Bendita Madre.
¡Qué hermoso, Jesús ,!,y la Virgen, ¡cómo te cubría con su manto! Que te pongas bueno y que Dios te llene de Bendiciones. Así se evangeliza, desde el testimonio. Un abrazo. MªJosé Bermúdez.
ResponderEliminar