jueves, 20 de febrero de 2014

* DESDE VILLALUENGA: AL MESÓN RURAL "LOS CAÑOS".

Cómo cada jueves me asomo a la ventana de mi casa en Villaluenga con la intención de adentrarme un poco más en el corazón íntimo de mi querido pueblo al cual quiero de punta a rabo. 

Pueblo de puertas abiertas donde mirando a los ojos de mis queridos vecinos se puede llegar a atisbar la dureza de la vida en el campo, con el ganado o las propias que han desempeñado nuestros mayores en su juventud. Esa juventud que añora tiempos mejores  donde haya trabajo y no tengan que marcharse de este precioso lugar situado a las faldas del “Caíllo”. Pueblo emprendedor que lucha por salir adelante pese a la indolencia de algunos. Hombres y mujeres trabajadores que por llevar un pedazo de pan a sus mesas pueden estar desde que amanece hasta que el sol rinde cuentas al anochecer impenitentemente en sus oficios, su lugar de trabajo. 

De emprendedores va hoy este post cuya última dedicatoria siempre es mi querido pueblo. Si  escribo desde la conciencia de personas que apuestan por dar riqueza a Villaluenga del Rosario poniendo en pie un negocio, luchar todos los días por él como fuente generadora de ingresos, trabajo y hacerlo con una solvencia profesional extraordinaria, una dedicación absoluta, utilizando la mejor materia prima y todo regado por una profesionalidad excelsa, entonces y solo entonces podremos decir que las personas que dieron el paso al frente y crear esta empresa son verdaderos emprendedores y apuestan por el futuro sin olvidar el presente. 

Juan Carlos y Ana lo son porque supieron ver antes de construir lo que ahora tienen entre manos. En las antiguas dependencias del matadero municipal se establece el mesón “Los Caños” donde José Cruces, Manolo Pérez, Ana Carillo y Juan Carlos García Romero desempeñan una labor impresionante. Está abierto con las claras del día y se cierra cuando clarea la noche. Su terraza, en el buen tiempo, invita sin más a sentarte y gozar de una copa y mejor yantar porque tanto dentro o fuera de este inmenso sitio para el paladar se puede degustar muy buenas tapas y raciones de comida casera, sobresaliendo el rabo de toro, los chocos guisados, la carne al toro, la ensaladilla, que bien puede sustituir a la que hacía Fernando que ya hace tiempo abandonó el Casino, o los chorizos al vino. El queso, santo y seña del pueblo, también está presente en la oferta gastronómica que nos ofrecen los magníficos profesionales de este ya emblemático mesón radicado en la parte baja de nuestro pueblo junto a la Ermita de San Sebastían, el local de Mateo o la Fábrica de quesos “Payoyo”. 

Pero si debo destacar abiertamente algo es sus suculentas carnes a la brasa. Os confieso que me gusta infinitamente más el pescado que la carne, provengo de una ciudad de mar como es San Fernando y eso se debe de notar, aunque he aprendido a saborear la carne, hecha tal y como a mí me gusta, en el mesón “Los Caños”, que es cosa que digo por activa y pasiva  a todo el que se precie. 

Si los salones ofrecen calor de hogar y más en invierno con la sempiterna chimenea encendida, reconozco que mi sitio favorito con gran diferencia es la terraza. Sentarse a desayunar, almorzar o merendar y hacerlo teniendo frente por frente la imagen de tu pueblo cobijado por el inmenso e impresionante “Caíllo” es un placer que rodea al placer del buen comer y del mejor beber. Tomar un café y una tostada mañanera sintiéndote partícipe de cuanto te rodea, de la ingente cantidad de personas; senderistas, ciclistas, paseantes... que se sientan o pasan junto a ti teniendo como imagen la de tu pueblo es una de las experiencias más gratificantes que puedes experimentar en la vida. 

No olvidemos que la vida se compone de pequeños momentos que quedan en tu retina a través de los años y gozar de esos instantes son regalos que te va haciendo Dios y que tienes que aprovecharlo en la medida que te lo da. 

Nosotros tenemos frente por frente al Mesón “Los Caños”, es decir, son casi de la familia y por eso vamos a desayunar allí todos los días en los que se repite la misma historia.  Saludamos a Juan Carlos, Manolo, Ana o José, según el que esté,  y nos sentamos porque en este lugar se sabe lo que siempre toman sus amigos y fieles del lugar. Aquí funciona el “como siempre”.  Al poco ya tenemos una buena rebanada de pan de campo, en mi caso con aceite y ajo, y dos infusiones, el café ya me lo he tomado en casa con mi querida leche sin lactosa, y nos ponemos a charlar porque eso es lo bueno de ir a un sitio que quieres y te quieren donde nunca está dicha la última palabra. 

Por eso y mucho más os invito a que vengáis a Villaluenga del Rosario donde te das cuenta de que en un pequeño pueblo te puedes encontrar sitios y lugares que no los hay ni en las más populosas ciudades. O recomiendo que vengáis al mesón “Los Caños” donde el comer bien se hace naturalmente. 

Mis queridos Juan Carlos, Ana, José, Manolo:  Os expreso mi profunda admiración y gratitud porque con vuestro esfuerzo diario estáis haciendo presente, construyendo futuro y generando riqueza en nuestro querido pueblo. 

Recibid un fuerte abrazo, 

Jesús Rodríguez Arias
 
 
 
De interés: Mesón rural "Los Caños" en la carretera Ubrique-Grazalema (Villaluenga del Rosario).
Teléfonos: 956126134 y 661860954
mesonruralvillaluenga.blogspot.com.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario