lunes, 7 de julio de 2025

AL ROJO VIVO

 



Ese es el color del mapa de España con la atosigante ola de calor que estamos viviendo en los últimos días. Pronto han comenzado las temperaturas llegando al límite o sobrepasando los cuarenta grados centígrados que nos deja a todos aplatanados porque a diferencia del frío la calor, que es como se conoce en nuestra Andalucía, no hay forma de quitarla salvo en casa, grandes superficies, o centros de trabajo se pueda disfrutar-respirar gracias al aire acondicionado.

Unos amigos nuestros de Bilbao se quejaban la pasada semana del calor que estaban soportando, que no nos podíamos ni imaginar lo que estaban pasando, les contestamos que sí, ya que raro era el día que se superaban los cuarenta grados por estos lares.

España está que arde con la clase política que la dirige, no hay un día que no salga un escándalo de corrupción, no hay un día que haya problemas con la red ferroviaria o en aeropuertos, no hay día que por algo no nos llevemos las manos a la cabeza. Ante el circo que un día tras otro se monta los verdaderos perjudicados somos nosotros, los españolitos de a pie, así como la imagen que proyectamos hacia el exterior de nuestra nación.


Los tiempos han cambiado y todo se ha hecho más convulso, no hay día que no haya nada que nos preocupe, nos atosigue, nos llegue a incordiar. Antes, hace ya algunos años atrás, cuando llegaba el verano todo parecía más tranquilo, más mesurado, los niños y jóvenes de vacaciones, los mayores disfrutando de sus días de permiso o a la espera de que llegaran, los que estaban trabajando claro está. El calor también hacía de las suyas, aunque ahora todo nos parezca mucho peor. Gente en la playa, en el campo, algunos en pueblitos de montaña, disfrutando de los días en casita, con los amigos, los más jóvenes empezando a tontear con ese chico, chica, que a cada cual le gustara. La vida era menos tecnológica y no tan avanzada, pero había más conexión con la realidad, con las relaciones interpersonales, se miraba al otro cara a cara y no por medio de una pantalla. Ahora hay jóvenes y también adultos que pasan muchas horas frente al ordenador, móvil o tableta no conociendo de tú a tú a sus amigos, sino que todo queda en las calles virtuales de la red.

Reconozco que por años que pasan soy algo más asocial con todo lo que perturba la paz, pero reconozco que tengo grandes y buenos amigos a los que quiero de verdad. La vida nos ha adelantado por todos lados mientras nosotros intentamos no dejarnos llevar por la irrealidad que no llega a ningún sitio.

Me despido hasta después de Feria. Solo deseo que la disfrutéis sin más.

Jesús Rodríguez Arias


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