Francisco Javier Vázquez Cerezo tenía 48 años de edad y trabajaba en el servicio de seguridad del Ayuntamiento. Amante del deporte, gestionaba un gimnasio en el casco histórico; y en el plano cofradiero era capataz del paso del Cristo de la Expiración desde 2006 y cargaba en Angustias de Ecce Homoy Medinaceli. Un infarto acabó ayer con su vida. Descanse en paz.
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