Al dirigirse a los matrimonios en la ITV matrimonial organizada el pasado sábado junto a la parroquia San Manuel González y el COF San Juan Pablo II, Javier aseguró que «la frase “Tomad y comed, esto es mi cuerpo” no solo la pronuncia el sacerdote en la Eucaristía; es la frase que vivís cada uno de vosotros en vuestra unión, o cuando los niños vienen a vosotros con sus demandas. Desde la mañana hasta la noche, marido y mujer estáis entregándoos el uno al otro y también hacia los hijos, como Cristo en la Cruz».
La celebración de la Eucaristía y la unión matrimonial «son dos sacramentos que beben de la misma fuente: la entrega de Cristo en la Cruz. La llegada a casa de los esposos después de trabajar es como una liturgia que encuentra su fuente en la Misa: has de entrar en casa a tiempo y sin prisas, y sin llegar tarde; comienzas pidiendo perdón y siendo perdonado si es necesario; luego llega el momento de la palabra: hablarse y escucharse mucho el uno al otro; luego viene el preparar la mesa para estar y cenar juntos; luego llega para los esposos la comunión de las almas y de los cuerpos, hacer de dos una sola carne; y por último el dar gracias por haber vivido esta entrega juntos, sin darte la vuelta para dormirte enseguida, sino prolongando el abrazo conyugal».
Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
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