BUENOS AIRES, 26 Mar. 14 / 10:55 am (ACI).- El P. Carlos Accaputo, titular de la Pastoral Social de Buenos Aires y amigo cercano del Papa Francisco, fue golpeado brutalmente durante un robo ocurrido el sábado en la capital argentina.
"La violencia y la barbarie de los delincuentes no respeta a nada ni nadie. El rostro del P. Accaputo así lo demuestra", tuiteó anoche el vicepresidente 1° de la Legislatura porteña, el diputado porteño Cristian Ritondo.
El diario Clarín indicó que el asalto ocurrió el sábado último, mientras el sacerdote salía de su casa. Allí, delincuentes lo abordaron y lo golpearon.
El martes, el P. Accaputo participó en una charla organizada en el Auditorio de Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) para reflexionar sobre el primer aniversario del Pontificado de Francisco. Allí se pudo apreciar al sacerdote con un vendaje en la nariz. La imagen fue difundida también por Ritondo.
Jn. 15, 11-25: « Si el mundo os odia, sabed que me han odiado a Mí antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya, pero como no sois del mundo, sino que Yo os he escogidos sacándoos del mundo, por eso el mundo os odia. Recordad lo que os dije: ‘no es más el siervo que su amo’. Si a Mí me persiguieron, también a vosotros os perseguirán, si han guardado mi Palabra también guardarán la vuestra. Y todo eso lo harán con vosotros a causa de mi Nombre, porque no conocen al que me envió. Si yo no hubiera venido y no les hubiera hablado, no tendrían pecado, pero ahora no tienen excusa de su pecado. El que me odia a mí, odia también a mi Padre. Si yo no hubiera hecho en medio de ellos obras (resurrección de los muertos, curaciones, milagros, exorcismos) que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado, pero ahora las han visto y me han odiado a Mí y a mi Padre, para que se cumpla la Palabra escrita en la Ley: ‘Me han odiado sin motivo’.»
ResponderEliminarSin motivo agreden y desprecian a sacerdotes, obispos, y a tantos cristianos en el mundo entero porque no pueden aceptar a Dios.
El mundo nos odia, porque permanecemos con Cristo, no nos soporta, es la guerra del mal contra el bien, pero el bien no continua ningún tipo de enfrentamiento, es pacífico, no devuelve mal por bien, sino que el alma justa ora por todos, como Cristo nos enseña, y a Él le obedecemos siempre.
Hechos de los Apóstoles 10, 38. «… esto es, como Jesús de Nazaret… pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con Él»;
Satanás tiene dos propósitos cuando un sacerdote está unido a Cristo, que su esclavo arremeta contra el sacerdote, cargándole con pecados, y dos, vengarse del sacerdote que anuncia a Cristo, que deshace los planes del Malo, por el sacramento de la Confesión.
El confesor perdona los pecados en Nombre de la Santísima Trinidad, esto el demonio no lo puede soportar, y como no puede atacarle cara a cara, ya que está protegido por la Santísima Madre de Dios, envía, como queda dicho, a pecadores incorregibles para que cometan cualquier tipo de delitos de pecado. Esta vez el robo y la agresión.
Como Jesús cayó en manos de pecadores y fue muerto, como sabemos que Resucitó. También los hijos e hijas de Dios, sean sacerdotes, religiosos, devotos laicos o seglares, que no se separan ni por un instante del Señor, ha de soportar cualquier tipo de pruebas.
En la Epístola a los Hebreos la importancia de ser perseverante en la fidelidad de Dios en las pruebas, las pruebas las vamos conociendo a medida que nos suceden en nuestros días, que la paz, el amor, la paciencia no nos debe faltar a ninguno, y Dios es nuestra fuerza. Todos los santos y santas padecieron terribles pruebas, pero Dios siempre estaba con ellos.
«Recordad aquellos días primeros, en los que, recién eliminados, soportasteis múltiples combates y sufrimientos: unos, expuestos públicamente a oprobios y malos tratos; otros, solidarios, de los que eran tratados así. Compartisteis el sufrimiento de los encarcelados, aceptasteis con alegría que os confiscaran los bienes, sabiendo que teníais bienes mejores y permanentes. No renunciéis a vuestra valentía, que tendrá una gran recompensa. Os hace falta paciencia para cumplir la voluntad de Dios y alcanzar la promesa.
» Un poquito de tiempo todavía y el que viene llegará sin retraso; mi justo vivirá por la fe, pero si se arredra le retiraré mi favor. Pero nosotros no somos gente que se arredra para su perdición, sino hombre de fe para salvar el alma» (Hebreos 10, 32-39).
Nunca sabemos si en el día, ni siquiera lo pensamos: "¿qué tipo de prueba me vendrá hoy?" No lo pensamos, no nos preocupamos por eso, porque somos fieles al Señor, todo lo ponemos en manos de Dios. Ya decía Jesús, que no andemos preocupados, agobiados, (Mt, 6, 31-34), pues cada día tiene su mal, tiene su desgracia, esto es la vida del mundo, pero en la vida de Dios, es bien distinto, y es por lo que el Señor quiere en primer lugar, que le busquemos, porque solo Dios, nos ayuda a superar todas estas situaciones presentes tan incómodas, «porque el mañana tiene su propio agobio, a cada día le basta su desgracia» (34) dice el Señor.
ResponderEliminarNuestros pensamientos es vivir la vida que el Señor quiere de nosotros, perfeccionarnos en nuestra vocación personal para santificarnos, ser santos y santas, y ayudar con nuestro testimonio, también silencioso y humilde.
Cuando la prueba nos golpea, no sabemos cómo reaccionar en ese preciso instante, nos quedamos como confundido: “Qué me ha sucedido”, pero como Cristo siempre ha permanecido con nosotros, enseguida reaccionamos para bien, con amor y caridad, y según el momento se hace esto o aquello, si es necesario ir a la policía, se va, a fin de que el mal no siga propagándose hacia personas inocentes.
A mayor gloria y alabanza de la Santísima Trinidad, y de María Santísima Madre de Dios y Madre nuestra.
Corrección, en el pasaje a los hebreos, donde dice: "eliminados" debe decir: «iluminados» .
ResponderEliminarGracias