Con esta celebración eucarística, nuestros entrañables amigos Maximiliano de la Vega y su esposa, Prudencia Alonso, ponían punto final a treinta y dos años como responsables de la Delegación Episcopal para la Familia y Defensa de la Vida. Con este motivo, antes de acabar la Misa, algunas familias que colaboran en la mencionada Delegación dirigieron a Maxi y Pruden unas sentidas palabras de agradecimiento, en nombre del Obispo y de toda la Iglesia diocesana. Y, como recuerdo de la ocasión, se les hizo entrega de una artística representación de la Sagrada Familia, fundida en bronce. El abrazo del Obispo y un largo y caluroso aplauso de los presentes puso punto final a una celebración que perdurará en nuestro recuerdo.
A continuación, ya en el Seminario de San Bartolomé, un centenar de amigos y colaboradores ofrecieron a Maxi y Pruden el homenaje de unos aperitivos, compartiendo con ellos un rato de animada convivencia fraterna. Estaban presentes sacerdotes, diáconos y matrimonios de diversos puntos de la Diócesis. El Obispo aprovechó la ocasión para convocar una peregrinación de las familias a Madrid, el domingo 30 de diciembre, para participar en la Eucaristía de la Fiesta de la Sagrada Familia que se celebra en la capital de España, bajo la presidencia del Cardenal Rouco y con asistencia de buena parte de los obispos españoles. En breve, la Delegación para la Familia hará llegar los pormenores de esta convocatoria a todos los diocesanos.
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