Hyderabad - Para los cristianos en Pakistán el nuevo año ha iniciado con una dolorosa cuestión: organismos mafiosos en connivencia con la policía de Sukkur, en el distrito de Hyderabad han planeado una agresión contra los habitantes cristianos de Sukkur, para tratar de alejarlos de sus propiedades, tales como casas y terrenos.
Los cristianos son víctimas de un fenómeno muy extendido en Pakistán, el land-grabbing, es decir, la apropiación indebida de tierras, a través del cual algunos poderosos terratenientes, con el apoyo político, arbitrariamente confiscan las tierras a los agricultores pobres y vulnerables. El fenómeno es bastante común en Sindh, donde las tierras confiscadas se venden obteniendo altos beneficios.Según la información de la Agencia Fides, el cristiano Munawar Gill, residente en la zona, y ex funcionario de la diócesis anglicana de Hyderabad, ha explicado que en las últimas semanas algunos hombres se han presentado en la zona del asentamiento cristiano de Sukkur, mostrando una documentación falsa y reivindicando el derecho de propriedad. “No es difícil comprar documentos falsos en Pakistán”, dice Gill. El 21 de diciembre, algunos agentes de policía pidieron a las familias cristianas los certificados de propiedad, sin los cuales habrían tenido que dejar sus hogares.
El 31 de diciembre, unos 20 hombres, algunos con uniformes de la policía y algunos vestidos de civil, comenzaron a llamar a las puertas de los cristianos y cuántos abrieron fueron intimidados y golpeados. “Las mujeres y los niños sufrieron malos tratos y unas 20 personas resultaron heridas, algunas de gravedad”, dice Gill a la Agencia Fides.Tras el ataque, el 1 de enero, los residentes cristianos fueron a la policía para registrar la denuncia, exigiendo una protección adecuada. Unas 4.500 personas se reunieron frente al Press Club de Sukkur para denunciar la arbitrariedad que sufren los cristianos en Sukkur. En una nota enviada a la Agencia Fides la Ong Centre for Legal Aid, Assistance and Settlement ha condenado “la horrible y brutal acción” y el episodio ocurrido “mientras los cristianos se preparaban para celebrar el Año Nuevo”, pidiendo a las autoridades que hagan respetar el estado de derecho para detener la “mafia de las tierras” que tiene como objetivo a las comunidades más vulnerables, pisoteando los derechos fundamentales de los ciudadanos paquistaníes.
Los cristianos son víctimas de un fenómeno muy extendido en Pakistán, el land-grabbing, es decir, la apropiación indebida de tierras, a través del cual algunos poderosos terratenientes, con el apoyo político, arbitrariamente confiscan las tierras a los agricultores pobres y vulnerables. El fenómeno es bastante común en Sindh, donde las tierras confiscadas se venden obteniendo altos beneficios.Según la información de la Agencia Fides, el cristiano Munawar Gill, residente en la zona, y ex funcionario de la diócesis anglicana de Hyderabad, ha explicado que en las últimas semanas algunos hombres se han presentado en la zona del asentamiento cristiano de Sukkur, mostrando una documentación falsa y reivindicando el derecho de propriedad. “No es difícil comprar documentos falsos en Pakistán”, dice Gill. El 21 de diciembre, algunos agentes de policía pidieron a las familias cristianas los certificados de propiedad, sin los cuales habrían tenido que dejar sus hogares.
El 31 de diciembre, unos 20 hombres, algunos con uniformes de la policía y algunos vestidos de civil, comenzaron a llamar a las puertas de los cristianos y cuántos abrieron fueron intimidados y golpeados. “Las mujeres y los niños sufrieron malos tratos y unas 20 personas resultaron heridas, algunas de gravedad”, dice Gill a la Agencia Fides.Tras el ataque, el 1 de enero, los residentes cristianos fueron a la policía para registrar la denuncia, exigiendo una protección adecuada. Unas 4.500 personas se reunieron frente al Press Club de Sukkur para denunciar la arbitrariedad que sufren los cristianos en Sukkur. En una nota enviada a la Agencia Fides la Ong Centre for Legal Aid, Assistance and Settlement ha condenado “la horrible y brutal acción” y el episodio ocurrido “mientras los cristianos se preparaban para celebrar el Año Nuevo”, pidiendo a las autoridades que hagan respetar el estado de derecho para detener la “mafia de las tierras” que tiene como objetivo a las comunidades más vulnerables, pisoteando los derechos fundamentales de los ciudadanos paquistaníes.
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