EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN: "Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?". (Evangelio del día). Jesús lo resume muy fácilmente, "Amar a Dios y al prójimo". Generalmente, amar a Dios es relativamente fácil, sobre todo cuando uno ha tenido experiencia del Señor. El escollo está en el amor al prójimo porque nuestra "tendencia al egoísmo" hace ponerme yo en primer lugar y después al otro –que sería la forma más "suave" de interés propio–. Lo complicado es amar al otro sin ganas y, menos aún si es mi enemigo. Aquí necesitamos la ayuda que indica la primera lectura, "Os infundiré mi espíritu y viviréis". Pero para mi lo más grave son los que siempre te están "sermoneando", desde su "enrocamiento" y "aire de importancia", sobre el amor al prójimo (demostrando que te ama poco y que eres poco "prójimo"). Y es verdad que hay que recordarlo, pero con delicadeza, con ternura, con afán de ayuda, con corrección fraterna, sabiendo y demostrando que todos somos dignos de ser amados y de amar (y cambiemos, porque es muy importante, perdón por amor). Pues que Dios nos ayude a poner en práctica está norma. Santa María de Caná, ruega por nosotros.
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