No quiero acabar el día sin dar las gracias. Dar las gracias a los miles de seguidores que tiene este blog. Gracias a sus colaboradores y amigos que me otorgan su apoyo, confianza y aliento.
Debo deciros que recibo, gracias a Dios, muchas muestras de sincera confianza al día y me las hacen llegar desde todas las partes del mundo. Aquí si se puede decir eso de "que el mundo es un pañuelo". Pero hoy he recibido un correo que me ha llegado al alma por su sinceridad y el inmenso cariño que me profesa, inmerecido por completo, decirte, querido amigo, voy a respetar el anonimato que el cariño y la amistad que me tienes es recíproca y la admiración, también.
Cuando uno se nota cansado por el devenir de la semana, por los problemas y que, ciertamente, hay días que lo ves todo gris oscuro, que te envíen este tipo de animosas y reconfortantes misivas hace que el sol vuelva a brillar en el día más nublado. No te quepa duda, honorable hermano, que hoy has motivado, más si cabe, la existencia de este blog como defensor de los principios en los que se fundamente y de la libertad de expresión. ¡Gracias y mil veces gracias!
Y gracias a vosotros por estar siempre ahí apoyando con vuestra fidelidad a sedvalientes. Sin vuestra confianza este no tendría sentido y tengo la certeza de que este blog es un instrumento que Dios ha puesto para hacer apostolado.
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