lunes, 12 de marzo de 2018

* RADICALES LIBRES


Este artículo que hoy lunes se ha publicado en Información San Fernando y que  muchos habréis ya leído os debo confesar que me ha costado escribirlo, he tenido que tirar varios borradores a la papelera, he sufrido cada palabra escrita y no por denunciar a esos que han abusado de esa libertad que nos es competencia de todos, no por los que maquiavélicamente han programado una jornada demasiado radical, demasiado extremista, sino porque muchas personas se pueden ver reflejadas, en uno u otro lado, porque he podido herir sentimientos como a mí me han herido y porque no todos somos iguales...

Pero callar, mirar para otro lado, es de cobardes y eso, mis queridos amigos, no está dentro de mi adn.

Feliz semana a todos.

Jesús Rodríguez Arias 


RADICALES LIBRES




¡Objetivo cumplido! Pensarán y no le faltarán la razón a los que han ideado la conversión del otrora Día Internacional de la Mujer hacia una histórica jornada feminista por antonomasia donde se han mezclado la defensa de la mujer y un ideario ciertamente radical como nudo gordiano que enlazaba lo uno con lo otro. No, no nos equivoquemos, no queramos hacer de nuestra capa un sayo, no veamos en esta jornada una reivindicación que aglutine a todas las mujeres pues con la defensa programática del aborto, de la ideología de género, de lo que quieren imponer a la sociedad los distintos lobbies, con la radicalización al extremo de las proclamas no se aúnan esfuerzos sino que se disipan pues son muchas mujeres las que se han manifestado en contra de la huelga que se convocara, son muchas las que abominan del mensaje tan extremista que se ha defendido por sectores del feminismo más radicalizado seguido de los sindicatos de clases y los partidos que se alojan en la izquierda socio-política de este país llamado España. Sí, son muchas las mujeres que se han negado a secundar la misma porque defienden sus derechos con otro talante, con otras formas, con otros argumentos.

¿Y por qué digo eso de objetivo cumplido? Pues porque no se ha hablado de otra cosa en los últimos días, porque se ha conseguido que el ideario que defienden se oiga en todos los sectores de esta sociedad, porque han creado división de opiniones que a los únicos a los que favorecen son a los “ideólogos” que quieren transformar esta sociedad haciéndola más deshumanizada donde Dios ni está  ni se le espera, donde debemos acatar el concepto de que nosotros somos tan poderosos como para dar y quitar vidas, ser lo que queramos ser cuando nos apetezca, donde el laicismo se convierta en la creencia universal de este nuevo orden mundial donde ganan unos pocos y los demás perdemos…

Y en esta “trampa” hemos caído hasta los católicos que haciendo gala de un buenísmo y una corrección política irreconocibles somos capaces de decir como el Cardenal Osoro que él apoya esta jornada feminista y que incluso la Virgen María secundaría la huelga con el aplauso generalizado de esa masa que calla, otorga y mira hacia el otro lado cuando las feministas más radicales profanan Iglesias y Capillas en medio de una Eucaristía. Sí, estas afirmaciones gustan a los enemigos de la Iglesia que bien se encargan de ponderarlas y que todos las escuchen por los altavoces mediáticos mientras otros por manifestar su opinión y lo que defiende ciertamente la Iglesia son abrasados a críticas, a denuncias, en una campaña de esos nuevos inquisidores que señalan a los que no opinan como ellos. Monseñor Munilla, al que apoyo sin reservas, ha sido la última víctima propiciatoria de un público fiel que busca el escarnio como cuando hace más de dos mil años condenaron a muerte al mismo Jesús mientras Barrabás era liberado y Pilatos se lavaba las manos.

Estos “radicales libres” que no son tan libres como ellos nos quieren hacer pensar pues obedecen a pies juntillas el “ideario” imperante y llevan con escrupulosa estrategia eso del “divide y vencerás” aunque lo que no saben, ni siquiera se imaginan, que los cristianos, los católicos, estamos acostumbrados a ser humillados, perseguidos y hasta muertos por defender nuestras creencias y nuestra Fe, que hay principios que no se negocian ni entran en el mercadeo propio de los que viven por y para el dinero, de los que presumen de importarles un bledo la vida humana así como nuestros deberes y también nuestros derechos, los que nos quieren hacer pensar que podemos ser jueces de la propia vida erigiéndonos cada uno de nosotros en pequeños “dioses” de un mundo donde ya no hay hombre ni mujer sino simplemente género, no hay padres sino progenitores, donde los mayores y enfermos molestan, donde todos tenemos que ser obligados a estudiar en una escuela laica, donde los colegios religiosos, por supuesto católicos, tienen que desaparecer en aras de un progreso que nos lleva al pensamiento único donde todos somos borregos por no decir cobayas, donde no existe la dignidad del ser humano sea hombre o sea mujer. Sí, cada día se intenta más separarnos de Dios, de hacer obsoleta su Palabra, de hacer inviable que vivamos en coherencia según nuestra Fe. Somos molestos para los “dueños” del mundo, somos molestos para sus secuaces que llevan a efecto el proyecto que tienen diseñado para nosotros. Pero no olvidemos que para Dios todos somos únicos y para el mundo solo meros números que en un momento adecuado se pueden sustituir.

Me había propuesto no hablar de la jornada feminista pero al final tengo que hacerlo ante las pintadas ofensivas contra la Iglesia Católica que este jueves han realizado en diversos templos madrileños o la manifestación de radicales desnudas ante la Catedral de San Sebastián. Así no se defiende a la mujer, así no…


Jesús Rodríguez Arias



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