sábado, 17 de marzo de 2018

* MI PREGÓN A LA ESPERANZA: ESPERANZA EN LA ESPERANZA (II).


En esta segunda parte de Esperanza en la Esperanza queda resumida la mía, la que hace me levante todos los días, unos mejores y otros para qué contarlos, con esa ilusión de un niño el día de Reyes pues el Buen Dios nos ha vuelto a regalar algo único: Un nuevo día.

En Mi Pregón a la Esperanza, pronunciado el pasado 16 de diciembre en la Iglesia Vaticana y Castrense de San Francisco de Asís de San Fernando, quise fundamentar los cinco pilares en los que se cimenta mi Esperanza: Fe, Amor, Perdón, Caridad y Esperanza.

Ha querido el Señor que termine esta serie de publicaciones a éste dedicado el sábado en el que termina el Tríduo Cuaresmal mi querida Hermandad del Silencio y un día antes del Devoto Besapié y Solemne Función Principal de Instituto. ¡Las cosas de Dios!

Sirva este último artículo para dar las GRACIAS  a mi querida Hermandad de Expiración, a su Junta de Gobierno que tuvo a bien nombrarme Pregonero de la Esperanza del pasado año 2017 en unos momentos demasiados duros para mí, a mi hermano y amigo David Gutiérrez por su humanidad, por su cercanía, su saber estar, a Mari Carmen Márquez, Secretaria de esta señera e histórica Cofradía, por su disposición, por hacerme  tan fácil todo, por su emoción...

Sirva también para agradecer al Rvdo. Sr. Don Gonzalo Núñez del Castillo, Párroco de la de San Francisco de Asís y Arcipreste de San Fernando, su presencia, palabras, gestos llenos de apoyo y cariño hacia mi persona.  

Sirva también para agradecer a los antiguos pregoneros que quisieron estar conmigo ese sábado 16 de diciembre, a tantos buenos amigos y hermanos en la Fe que me quisieron acompañar y a esos que no pudieron pero lo estuvieron en oración y recuerdos.

Sirvan también para agradecer a mi querido hermano Pepe Moreno Fraile por dedicar unas palabras que están incluidas dentro de las pastas que se pusieron a los pies de la Santísima Virgen. En la intimidad del Señor quedan  nuestros sentimientos.

Sirvan también para agradecer a mis queridos hermanos de la JCC que quisieron acompañarme. Sirvan también para agradecer a los medios de comunicación que siguieron este acto.

Sirvan también para agradecer a los profesionales de Diprén por la magnífica realización de las pastas del Pregón y los ejemplares que se entregaron a la Hermandad para la Bolsa de Caridad.

Sirvan también para agradecer a la Alcaldesa de San Fernando, Doña Patricia Cabada por hacer que una representación del gobierno municipal estuviera presente en el acto del Pregón en la persona del Teniente de Alcalde y querido amigo Antonio Rojas.

Sirvan también para agradecer, lo haré mientras viva, a mi querido hermano Manuel Bouza Montilla por ser mi presentador, por sus palabras llenas de tanto cariño, tan llenas de verdad en cuanto a sentimientos se refiere.

Sirvan también para agradecer a mi madre María del Carmen y a mi Tata porque ellas supieron guiarme por el camino de esta Fe que vivo con apasionamiento.

Sirvan también para agradecer a mi mujer Hetepheres el estar conmigo siempre, en lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad, en el Amor hecho Esperanza, y disculpar mis ausencias cuando escribo y las horas y horas que me dediqué a este Pregón.

Sirvan también para agradecer a la Santísima Virgen de la Esperanza depositaria de la mía que hice por medio de palabras y que en su corazón seguro quedaron prendidas.

Y sirvan también para agradecer a mi bendita Isla de San Fernando, Ciudad de mis orígenes, y a mi preciosa y siempre coqueta Villaluenga del Rosario en la que he encontrado esa clase de paz que no se compra con dinero, en la que escribí este Pregón que terminé en la madrugada del 4 de noviembre de 2017.

Os dejo con la razón de mi Esperanza.

Con un abrazo muy grande,

Jesús Rodríguez Arias 

ESPERANZA EN LA ESPERANZA (II)





Pienso que tendríamos que tener una Esperanza contagiosa que inundara el mundo de esa ilusión, de esas ganas de vivir, de esa pasión, de esa meta que hace que te levantes todos los días para abrir la ventana y perder la mirada en el horizonte que todos tenemos.

Esperanza frente al fracaso, frente a la enfermedad, frente a las injusticias, frente al Amor, frente a la vida y también a la muerte. Esperanza siempre Esperanza.

Reconozco haber estado siempre rodeado de mujeres que siempre han vivido en la Esperanza: Mi madre, María del Carmen y mi mujer Hetepheres, que es Esperanza viva pues nunca pierde la fe, siempre tiene una solución a un problema, una palabra amable cuando tantos callan, un cálido abrazo con las personas que más sufren en la inmensa soledad de la incomprensión. Desde que se levanta hasta que se acuesta parece como envuelta en ese verde manto verde donde el hastío, la tristeza y la propia desesperanza no tienen cabida.

Porque Esperanza es tener a la Esperanza como razón de vida.

Esperanza es ver amanecer con una sonrisa, es abrazar aun cuando nadie te abraza, es acompañar a la misma soledad, es ponerte al lado del que está siendo ejecutado y morir con él.

Esperanza es sacar fuerzas de flaquezas, es intentar ser mejor cada día, es no entrar en tediosas porfías, es ensoñación marinera.

Esperanza es trabajar cada día de tus días, es buscar para encontrar lo que quieras, es saber que todo está por hacer desde que sale el sol y se oculta de igual manera.

Esperanza es silencio hecho palabra, es canto que alaba, es palabra rasgada, es sentir en el mismo alma.

Esperanza es camilla, hospital, dolor y enseñanza, es recobrar fuerzas cuando las creías agotada, es sentir que el corazón late ante una simple mirada.

Esperanza son los jóvenes, la niñez, la infancia... y es que en la mirada de un niño puedes tocar la Esperanza.

Esperanza es música que embelesa la plegaria, es banda, tambor, corneta o  capilla sacra.

Esperanza es saber dar cada paso cargadito a la cruz, expirando a nuestros pecados, siguiendo los pasos de Jesús que es el que más nos ha amado.

Esperanza es contemplar a Cristo que Expira cada noche y Resucita cada mañana.

Esperanza es Fe, es Amor, es Perdón, es Caridad, es Esperanza...

Y es que..., Esperanza no es un color pero yo la pinto de verde, no es una sensación aunque no puedo vivir sin ella, no duerme conmigo aunque me levanta todos los días, no es una imagen concreta aunque la veo reflejada en tantas y tantas miradas...

Porque Esperanza, hermano mío, tiene nombre de mujer y se llama María que es Madre y Señora de la Esperanza.


Villaluenga del Rosario a 4 de Noviembre de 2017










Fotos: José Moreno Fraile (Andalucía Información), Pablo García Jiménez (Isla Pasión) Stilita Mosteiro (Costa Cádiz Comunicación), SanSer Producciones, Hetepheres Benítez Collantes.




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