miércoles, 14 de marzo de 2018

CONFERENCIA INTERRELIGIOSA EN JERUSALÉN SOBRE LA ENCÍCLICA LAUDATO SI'


Presentar a la sociedad israelí y palestina la encíclica Laudato Si' y debatir sobre “ecología integral”: este era el objetivo de la conferencia que tuvo lugar el 12 de marzo en el centro Notre Dame de Jerusalén. Casi tres años después de la publicación de la Laudato Si', el llamamiento del Papa a “cada persona que vive en este planeta” contenido en la encíclica fue el punto de partida de los ponentes, procedentes de las tres distintas religiones monoteístas, que expusieron su punto de vista sobre el tema común de la ecología. En el evento organizado por la comisión Justicia, Paz e Integridad de la Creación de la Custodia de Tierra Santa, participaron cristianos, judíos y musulmanes, que lo siguieron con interés y formularon preguntas.

Asistió también el cardenal Peter Turkson, prefecto del dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. «Servir al desarrollo humano integral plantea muchos retos, muchos de ellos vinculados a la “ecología integral” – afirmaba el cardenal -. Hablamos de exclusión, indiferencia, desigualdad, falta de solidaridad, así como los conflictos que afligen a muchos países y poblaciones». A raíz de lo que el papa Francisco afirma en la Laudato Si', monseñor Turkson subrayó que hace falta trabajar para una “conversión ecológica” que implique no solo a los individuos, sino a la comunidad. 

El respeto por la creación es un concepto que también se subraya en el Corán, como afirmó en su intervención el profesor Mohammed S. Dajani Daoudi, director y fundador del Wasatia Academic Graduate Institute: «El sagrado Corán, que es considerado por todos los musulmanes como la fuente principal de la doctrina islámica y sus creencias, afirma que Dios creó al hombre de tierra y que la tierra misma es creación de Dios concedida por la gracia de su creador a la humanidad para que la aprecie. Es un derecho y una responsabilidad utilizar y aprovechar la naturaleza que Dios nos ha entregado, lo que nos obliga a protegerla y conservarla».

«La tarea ecológica asignada a la humanidad está expresada en el Midrash del libro del Eclesiastés (Kohelet Rabbah 7 Sección 28)», explicó después el rabino David Rosen, director internacional de Asuntos Interreligiosos (AJC). De ese Midrash pueden extraerse tres lecciones fundamentales: la creación pertenece a Dios, que la ha creado; la humanidad en realidad es colaboradora de Dios en la Creación; el hombre tiene la responsabilidad de preservar la creación. Por eso, para restablecer la relación entre lo divino y el entorno, los judíos observan los preceptos del descanso del sábado y el respeto al “año sabático”, dejando cíclicamente la tierra sin cultivar durante un tiempo.

El profesor Stefano Zamagni, docente de Economía en la Universidad de Bolonia y miembro de la Academia Pontificia de las Ciencias Sociales, se refirió a continuación a la misión propia de la misericordia en el ámbito económico: «la de dar “forma” al mercado, humanizándolo». «Una sociedad no puede progresar en la vía del desarrollo humano integral manteniendo separados el código de la eficiencia y el código de la fraternidad», afirmó el profesor.

Las conclusiones de la jornada corrieron a cargo del cardenal Peter Turkson. Para entender mejor el mensaje de la Laudato Si’ el cardenal sugirió poner el acento en siete “C”: en inglés 
Continuity, Collegiality, Conversation, Care, Convertion, Citizenship and Contemplation (Continuidad, Colegialidad, Conversación, Cuidado, Conversión, Ciudadanía y Contemplación). El objetivo del hombre es una “conversión ecológica” que lleve a una “ciudadanía ecológica”, respetuosa con el medio ambiente, para la contemplación de las maravillas de la creación. 

Beatrice Guarrera

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