Tras haber recibido en diciembre a los líderes de las iglesias ortodoxas para saludarse con motivo de la Navidad de los católicos, los frailes franciscanos de la Custodia visitaron a las comunidades de las iglesias ortodoxas por la Navidad según su calendario (juliano). Durante la mañana del 9 de enero el batir rítmico de los bastones de los kawas sonó muchas veces, para anunciar la llegada de la delegación franciscana. Los guardias de honor de la Custodia, de hecho, preceden a la procesión de los frailes cada vez que se desplazan para visitas oficiales.
Como ya es habitual, además del Custodio de Tierra Santa, fray Patton, y del vicario de la Custodia, fray Dobromir Jasztal, asistieron otros frailes, entre ellos varios seminaristas del seminario internacional de San Salvador. Para todos ellos, intercambiar cada año las felicitaciones con los hermanos de las iglesias ortodoxas es una experiencia única para compartir, que les une como cristianos, a pesar de las muchas diferencias.
La visita a los greco-ortodoxos a primera hora de la mañana estuvo acompañada de un ambiente cordial y fraterno. El Custodio de Tierra Santa expresó su agradecimiento por la mutua cooperación que les permite colaborar en los santuarios más importantes, como el Santo Sepulcro y la iglesia de la Natividad en Belén. Fray Patton también se refirió al episodio que implicó, los primeros días de enero, al patriarca griego Teófilo III, cuestionado duramente por un grupo de cristianos greco-ortodoxos palestinos durante su ingreso en Belén para las celebraciones de Navidad. «Quiero expresar mi cercanía y solidaridad a su beatitud el patriarca Teófilo – dijo fray Patton -. Rechazamos, condenamos y no podemos aceptar ningún tipo de violencia contra su persona». El patriarca Teófilo III le dio las gracias por su muestra de solidaridad y habló de otras ocasiones positivas de cercanía en el transcurso del año entre las dos comunidades.
Con los hermanos de la iglesia copta, los frailes franciscanos compartieron un rato agradable intercambiando felicitaciones y escuchando historias sobre Egipto, donde la copta es la iglesia oficial. Fue monseñor anba Antonio, patriarca copto ortodoxo de Jerusalén, quien habló de las persecuciones de los cristianos en Egipto, gracias a la traducción de fray Ibrahim Faltas, responsable de las escuelas de Tierra Santa. El patriarca habló también del significado de la Navidad y del año nuevo recién comenzado, deseando que sea «un año de bien y paz para la humanidad». El vicario de la Custodia, fray Dobromir Jasztal, trasmitió las felicitaciones de los franciscanos y también las del Custodio, que no pudo asistir a la reunión. «Estas visitas no son parte del protocolo, sino fruto del deseo de compartir juntos aquello en lo que creemos».
Durante la visita a la comunidad siríaca, el vicario custodial recordó las situaciones de tensión en Oriente Próximo y manifestó su cercanía a la numerosa comunidad de sirios que aún hoy sufren en Siria. Se hizo eco de sus palabras el patriarca siríaco Mons. Swerios Malki Mourad, que se mostró feliz de poder estar con los franciscanos compartiendo la alegría de la Navidad. También él expresó su solidaridad al patriarca greco-ortodoxo por las protestas sufridas, pues también él se encontró en la misma desagradable situación en el pasado: «Debemos rezar por que los fieles escuchen a los responsables de las Iglesias».
Inmediatamente después de dejar a los siríacos, los franciscanos intercambiaron felicitaciones de Navidad con los representantes de la iglesia etíope. Fray Dobromir reiteró que lo que impulsa estas visitas es la voluntad de compartir la alegría de la Navidad. Mons. Aba Ebakob, del patriarcado etíope ortodoxo, en su discurso insistió en la belleza del humilde nacimiento de Jesús y agradeció la visita de los frailes franciscanos.
Café, licores y chocolates pusieron fin a cada encuentro, con el espíritu compartido que une a los hermanos de fe en la celebración.
Beatrice Guarrera
No hay comentarios:
Publicar un comentario