miércoles, 13 de diciembre de 2017

CELEBRACIÓN DE LA VIRGEN DE GUADALUPE EN LA CUSTODIA DE TIERRA SANTA




La imagen de la Virgen presidía el altar mientras el sacerdote celebraba la misa en español. La que el 12 de diciembre se encontraba en la iglesia de San Salvador no era una representación cualquiera de María sino la llamada Virgen de Guadalupe. Parece extraño celebrar la Virgen de Guadalupe en Jerusalén pero ya se ha convertido en una tradición para la Custodia de Tierra Santa. Debido al gran número de seminaristas y frailes procedentes de México y América Latina, hace ya varios años que se celebra esta especial solemnidad dedicada a la madre de Jesús. También este año muchos fieles y frailes se reunieron en la iglesia para el acontecimiento.

La fiesta se refiere a la aparición de la Virgen que vivió en 1531 Juan Diego Cuauhtlatoatzin, un azteca convertido al cristianismo, cuando bajaba del cerro Tepeyac, al norte de la Ciudad de México. La Virgen, según la tradición, le pidió que erigiera una iglesia en su honor justo en el lugar de la aparición. Luego el obispo pidió a Juan Diego una señal que confirmase la veracidad de su historia y Juan Diego la obtuvo: recogió flores que habían brotado fuera de estación en un terreno difícil. Cuando se las mostró al obispo, sacándolas de su manto, la imagen de la Virgen apareció milagrosamente sobre el manto. Por eso, todavía en la actualidad, la imagen de la Virgen de Guadalupe es objeto de devoción y estudio.Juan Diego fue canonizado mucho más tarde, en 2002, por el papa Juan Pablo II.

La fiesta de la Virgen de Guadalupe, patrona de México y emperatriz de América latina y de Filipinas, es seguida con gran devoción por los cristianos de todo el mundo, especialmente por aquellos de los que la Virgen es protectora. También un gran número de árabes locales, voluntarios y trabajadores de todo el mundo la festejaron en Jerusalén. 
La misa fue celebrada por fray Eleazar Arteaga, mientras que un fraile mexicano, fray Jorge Barba Barba, pronunció la homilía: «Escribí esta homilía pensando en los que pertenecen a otra cultura y vienen a celebrar esta fiesta. El mensaje principal de la Virgen es dar a luz al Niño y darlo a luz en el corazón de cada uno de nosotros. Este tiempo de Adviento nos pone en sintonía con la Navidad, para que Jesucristo pueda nacer en nuestro corazón».
Fray Oscar Emanuel Parra Alvarado, antes de la bendición, dio las gracias al Custodio que no pudo estar presente, al guardián de San Salvador y a todos los que colaboraron para la realización de la fiesta.

Una larga procesión se dirigió después a la iglesia de San Salvador, al salón de la curia custodial, con velas encendidas y cantando a la “guadalupana”. Les esperaba en la curia un pequeño refresco preparado directamente por los frailes mexicanos de la Custodia. Fueron muchos los comentarios positivos y la alegría con motivo de la fiesta. Como el de Mirabel, una mexicana que vive en Jerusalén para estudiar como chef: «Soy muy devota de la Virgen de Guadalupe y para mí es una gracia celebrar esta fiesta en Tierra Santa», decía Mirabel.
«Yo soy de Guadalajara y allí el día de la “guadalupana” hay grandes festejos, cantos, bailes – decía fray Manuel, de México -. En Jerusalén lo vivimos de forma distinta porque estamos en una realidad llena de culturas. Pero todos vivimos el ser hijos de la misma madre».

Beatrice Guarrera

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