domingo, 8 de octubre de 2017

* MAL SABOR DE BOCA





Mal sabor de boca es lo que he tenido esta pasada semana y es la que tengo ahora. Mal sabor de boca por cuanto ha acontecido y acontece en Cataluña que al parecer está en manos de unos desalmados que lo que quieren es la independencia sí o sí al precio que sea.

Mal sabor de boca por los miles de catalanes que están sufriendo en sus carnes los virulentos ataques de unos descerebrados. Mal sabor de boca por los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que están siendo atacados por todos los flancos por mantener la ley y el orden ante la mirada de los Mossos que por indicación de sus mandatarios se tocan la "gorra".

Mal sabor de boca por la participación activa a favor de los independentistas de parte del Clero catalán.

Sí, mal sabor de boca...

Y este es el artículo que hoy ha publicado INFORMACIÓN SAN FERNANDO en el apartado que dirige y coordina mi buen hermano Pepe Moreno Fraile. El escribirlo me ha suavizado un poco este mal sabor de boca así como el ver los miles de catalanes que hoy han salido a la calle para defender a España.

Jesús Rodríguez Arias 



MAL SABOR DE BOCA



Ha pasado el tiempo y la situación está como está tanto en Cataluña como en el resto de España. La realidad socio-política es la que es y tendrá que pasar muchos años incluso décadas para que la relación, visión y comportamiento sea lo más “normal” posible.

He esperado unos días para escribir este artículo porque es bueno enfriar sentimientos y sobre todo los ánimos pues se ha tensionado todo al mil por cien y no es que solamente haya estallado una crisis en lo eminentemente político sino que ha producido también una llaga entre todos los españoles pues en este tiempo con más incertidumbres que certezas nos hemos encontrados indefensos, solos, angustiados y ciertamente proclives a la misma desesperanza. Todo esto, debo reconocerlo, me ha ocasionado un mal sabor de boca.

Mal sabor de boca el ver como unos fanáticos agredían con impiedad a nuestros Policías y Guardias Civiles desplegados en la Cataluña del 1-O, que han sido tratados peor que las pestilentes ratas cuyo hábitat natural son las emponzoñadas cañerías. Mal sabor de boca viendo a políticos de distinto pelaje señalando a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en vez de ponerse junto a ellos. No se puede vivir constantemente de perfil ante todo lo que suceda en España, sin señalarse, permaneciendo en esa ambigüedad llena de desconfianza en la que “estrategicamente” están situados.

Mal sabor de boca ante un Gobierno de España al que le está costando arrancar. Mal sabor con la mayoría de los representantes políticos ante su propia indefinición ante unos de los momentos más críticos que ha vivido España en las últimas décadas.

Mal sabor de boca con la misma Iglesia, sí con la catalana, al ver como todo un señor obispo como el de Solsona, Monseñor Novell, votaba el domingo 1 de octubre en esa ilegalidad manifiesta como ha sido el referéndum revestido con alzacuellos y cruz pectoral. Mal sabor de boca el leer su opinión en la web oficial de su episcopado poniendo a parir a los miembros de la Guardia Civil y Policía Nacional que ese día actuaron en defensa de la legalidad y del orden constitucional que nos une a todos los españoles a los cuales llegó a acusar de “guerrilla policial” en el que hizo apología del independentismo catalán. Si, Monseñor Novell me ha dejado un inmenso y amargo mal sabor de boca pues viéndole y leyéndole se me ha venido a la memoria el Obispo Setién, de triste recuerdo, que prefirió siempre a los terroristas de ETA que a las víctimas de tan perniciosa panda de asesinos.

Muy mal sabor de boca cuando he visto con mis propios ojos Iglesias donde se estaban celebrando un acto litúrgico y a la vez haciendo un escrutinio de los votos en lo que es una auténtica profanación consentida por el sacerdote que no debe saber eso que nos dijo Jesús de que a Dios hay que dar lo que es de Dios y al César lo que es del César. No me quiero ni imaginar el desgarro que habrán sentido tantos católicos catalanes que se sienten españoles y no apoyan esta memez tan estudiada de la independencia los cuales han sido heridos en sus más profundos sentimientos religiosos por quienes siendo pastores de almas se han convertido de ideas, excluyentes ideas.

Pienso que ante la gravedad de los hechos tendrá que actuar, de una vez por todas, tanto la Conferencia Episcopal Española como la Santa Sede pues cuando el pastor se distrae hay que reconducirlo hacia el redil que debe cuidar donde todos son iguales y por todos se da la vida sean independentistas o difieran de tan radicales pensamientos.

Sí, termina una semana con un mal sabor de boca donde se ha vivido una crispación de gran magnitud en todos los rincones de este terruño llamado España.

Pienso que hay que rezar mucho por España y también por los españoles porque no es fácil el serlo en una sociedad tan desarraigada como la que tenemos. Encomendemos nuestras plegarias a la Santísima Virgen del Rosario, que ayer conmemoramos su día, para interceda por todos nosotros también por esta bendita Isla que supo defender con valentía, sudor, sangre y lágrimas una Nación llamada España.


Jesús Rodríguez Arias

No hay comentarios:

Publicar un comentario