jueves, 13 de abril de 2017

SEGUIDORES DE MADURO IRRUMPEN EN LA BASÍLICA DE SANTA TERESA E INTENTA AGREDIR AL CARD. UROSA

Religión en Libertad


El chavismo ha puesto en su punto de mira a la Iglesia Católica después de que los líderes religiosos hayan denunciado repetidamente la vulneración de derechos humanos y la deriva dictatorial de Nicolás Maduro en Venezuela.

De este modo, este miércoles ocurrió un hecho gravísimo cuando un grupo de seguidores de Maduro intentó agredir al arzobispo de Caracas, el cardenal Urosa, en el interior de la basílica de Santa Teresa de la capital, donde celebró la misa que precedía a la procesión del Nazareno de San Pablo, un acto multitudinario en la capital venezolana.

Al concluir la misa y al abandonar el altar, el cardenal tuvo que ser escoltado por jóvenes católicos ante el intento de los chavistas de agredir al prelado. Al final, los altercados en el interior del templo se extendieron entre los católicos y los seguidores de Maduro que intentaban agredir tanto al líder católico como a otros feligreses. Mientras que unos gritaban “Chaves vive, la lucha sigue” la mayoría gritaba una y otra vez “libertad, libertad”.



José Manuel Olivares, diputado a la Asamblea Nacional por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), responsabilizó a Maduro por el incidente en la iglesia y denunció que se trata del mismo grupo que en una oportunidad asaltó al Parlamento con concejales del PSUV.
 
Violencia paramilitar controlada por el gobierno
Horas antes, el cardenal Urosa  había rechazado la supuesta actuación en las manifestaciones opositoras de grupos civiles armados, conocidos como "colectivos", y dijo que el gobierno de Maduro no los puede "seguir amparando", ya que, "sin duda alguna, no tienen ninguna autoridad".

"Esas bandas civiles armadas son ilegales y ciertamente incurren en delitos", manifestó en una rueda de prensa el segundo vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana. Además, el prelado recordó que el uso de la fuerza pública en el país "está reservado a las autoridades del Estado".

Urosa, al igual que varios dirigentes opositores, ha denunciado en reiteradas oportunidades la presencia de grupos civiles armados que actúan en apoyo al gobierno nacional.
 
Aseguró que el episcopado rechaza la violencia "venga de donde venga" y señaló que "no se trata de condenar un acto de violencia de un grupo o de otro", sino que cualquier tipo de violencia es "inaceptable".
"Hemos querido destacar (...) nuestro rechazo a esa represión absolutamente desmedida con la cual se ha enfrentado estas manifestaciones, que han empezado siempre con manifestaciones pacíficas pero que, luego, llegado un momento, reciben un ataque absolutamente inadecuado y exagerado", indicó.

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