viernes, 14 de abril de 2017

JUEVES SANTO EN CÁDIZ

Diario de Cádiz


Con ganas de cofradías
El Jueves Santo gaditano resiste aún el dicho que le coloca entre los tres jueves más relucientes del año. Máxime teniendo en cuenta la agradable temperatura que mantenía ayer la ciudad y que está acentuando el esplendor de los cortejos. Un brillo que se iba a perder pasada la medianoche, donde sólo el Descendimiento defendería una Madrugada herida de muerte, la más triste que se recuerda. Pocos minutos antes de las doce tenía prevista su salida la hermandad del Medinaceli.

DESDE EXTRAMUROS

El Jueves Santo se estrenaba con la salida de la Cofradía del Huerto desde la Iglesia de San Severiano. En el patio donde se preparaba el cortejo pegaba un sol de los que pican. El vicehermano mayor, Fernando Reyna, agradecía "no tener que estar este año mirando al cielo", aunque dejó caer que "no vendría mal un poquito de poniente". Temprana hora la de su salida. "No nos queda otra. Ya quisiéramos salir a las doce de la mañana, con tantos niños como llevamos y la lejanía de nuestra iglesia", confesaba. Otro de los Reyna, apellido predominante en la hermandad, en este caso José María, el fiscal, hablaba del proceso de "continuidad" y de lo poco que le falta al paso de misterio para su completo tallado.
San Severiano abría sus puertas a las cinco de la tarde para que se plantase en la calle Tolosa Latour la Cruz de guía. En el paso del Señor orando en el huerto de los olivos daba la primera levantá el vestidor de la cofradía, Abelardo Santiago, que también tuvo el honor de darla en el paso de palio. El misterio, portado por la cuadrilla dirigida por el capataz Óscar Jiménez, salía al exterior mientras la agrupación musical Ecce Mater, de Cádiz, tocaba Señor de San Severiano, marcha a la que siguió Orando en Montesión. Luego, el palio con la Virgen de Gracia y Esperanza, mandado por el capataz Fernando Reyna, alcanzaba la calle mientras la banda de música Nuestra Señora de La Soledad (de La Algaba, Sevilla) tocaba Estrella Sublime. Un poco más adelante interpretaba Rocío. La hermandad de extramuros abría de esta manera los cortejos del Jueves Santo.

clasicismo en sagasta

Una de las imágenes más conmovedoras de la Semana Santa gaditana. Así definió instantes antes de salir a la calle la cofradía de Afligidos su director espiritual al grupo escultórico, con acierto. Y por ello, pidió que la contemplación de estas imágenes "nos sirva para serenarnos" en una sociedad actual excesivamente convulsa, excesivamente polémica y excesivamente agitada (como demuestra también la Semana Santa con la cantidad de comentarios y polémicas absurdas que algunos avivan en las redes sociales en lugar de contemplar las cofradías en la calle). Por eso, Jesús García Cornejo pidió "rezar por la paz en el mundo" antes de iniciar la estación penitencial.
Afligidos puso ayer en la calle un amplísimo cortejo, donde curiosamente podían ser los cirios los menos numerosos. El enorme repertorio de insignias que tiene la hermandad se fue desgranando Sagasta y Hospital de Mujeres arriba, uniéndose también un amplísimo número de acólitos, en su mayoría chicas. Todo ello precediendo al majestuoso paso de misterio, que evoca décadas pasadas, como si el tiempo de la ciudad se parara ante este paso ideado por Castillo Lastrucci, fruto del trabajo de recuperación histórica que en los últimos años ha llevado a cabo la hermandad y que sigue adelante ahora con la intervención en el manto de Desconsuelos que impidió su salida ayer, vistiendo la Dolorosa uno cedido por Servitas.
La composición que Juan José Puntas dedicara a la hermandad sirvió de inicio en el discurrir de la cofradía, ágil en ritmo y breve en el tiempo, regresando a San Lorenzo antes de que la noche llegara a su fin y la hermandad de Descendimiento tomara el relevo en la calle Sagasta.

la complicidad

Hay cosas en la Semana Santa que no fallan. Y es recíproco. El Nazareno a Cádiz y Cádiz al Nazareno. Ocurre cada Jueves Santo y ayer volvió a repetirse la complicidad desde la salida de la hermandad. Jesús con la cruz a cuestas esperaba en el templo para salir al encuentro de la ciudad que rige mientras sonaba la saeta de Damián López. Antes de la salida, el hermano mayor, José Manuel Verdulla, pedía a los cofrades "respeto" en el cortejo y rogaba porque el Nazareno "ocupe en la calle el sitio que merece y lo que representa para Cádiz".
El paso del Greñúo, que era guiado por Jorge Gómez, contaba con representaciones de otras cofradías, de la comunidad lasaliana, de la asociación de vecinos y de los grupos políticos en el Ayuntamiento PP, PSOE y Ciudadanos. Ya en la calle Santa María, la banda de música de Gailín (Puerto Serrano) interpretaba Regidor Perpetuo, de Abel Moreno, marcha a la que seguían Nazareno de Santa María y Al Señor de Cádiz. Como es habitual, tras el Nazareno procesionaba una nutrida penitencia que, tras formarse en el colegio La Salle Mirandilla, se incorporaba en la misma puerta de Santa María. En los primeros tramos de la penitencia estaba el alcalde José María González, acompañando a su madre. María Santísima de los Dolores salía luego en su palio, cargado por la cuadrilla del capataz Antonio Ramírez. En la calle, tras el Himno Nacional, la banda de música Enrique Galán, de Rota, interpretaba Virgen de la Victoria, de Francisco Barril. Así, y a la espera del Medinaceli, se habían completado los desfiles del Jueves Santo.

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