viernes, 14 de abril de 2017

* DESDE VILLALUENGA: EL SANTO SEPULCRO TAMBIÉN ESTÁ EN VILLALUENGA.


Cuatro y media de la tarde es hora de Oficios de Viernes Santo. A esa hora comenzaron en la Iglesia de San Miguel Arcángel de Villaluenga del Rosario con un Templo lleno de fieles que querían conmemorar la Muerte de Cristo con color luto.

Sobre las seis menos cuarto de la tarde se ponía en la calle la cruz parroquial con sus sencillos ciriales portados por niños del pueblo y tras ellos una fila de vecinos que acompañarían todo el trayecto en el que los costaleros llevan al Santo Entierro o como yo le digo, el Cristo del Calvario. Detrás de Él, María Santísima de los Dolores en Su Soledad.

Es la procesión de cada de tarde del Viernes Santo donde toda Villaluenga se echa literalmente a la calle aunque es en la noche cuando la Soledad recorre las calles, que aparecen más silenciosas que nunca, cuando es acompañada por una ingente cantidad de vecinos y visitantes que se quedan impresionados de tanta belleza.

La tarde ha sido calurosa como todo el día y el subir el pesado paso que lleva la Urna del Señor se hundía en los hombros de quienes lo portaban haciendo de la subida a la Ermita un auténtico Calvario.

Luenga fila de vecinos de la Villa acompañaban al cortejo procesional donde todos ayudaban de una u otra manera, desde los más jóvenes hasta los mayores porque para llevar a Jesús y a su Bendita Madre no existen los años sino el peso del Amor.

Una vez arriba Antonio Benítez Roman, Policía Local y Hermano Mayor de la Hermandad, abría las puertas de la Ermita para depositar allí el Cuerpo de Jesús en su Urna como si fuese el Santo Sepulcro.

La dificultosa tarea se desarrolla dentro de la normalidad de hacerlo todos los años en una liturgia que pasa de padres a hijos de generación en generación.

Una vez enterrado el Señor se prepara la comitiva para acompañar a la Santísima Virgen en Soledad de los Dolores de una Madre ante la atroz muerte de Su Hijo.

Impagables imágenes las que nos ofrecen el paso lleno de cadencias de la Virgen rodeada de sus hijos que lo son a la vez de Villaluenga.

A las diez de esta noche del luto y muerte, de pesares y llantos, de tristeza infinita pues ha muerto el Hijo de Dios que se hizo Hombre por todos y  cada uno de nosotros, saldrá la Santísima Virgen llena de Dolor y Soledad por las calles de la Villa.

Llena de Dolor aunque la Soledad no será tanta porque todos sus hijos, los de Villaluenga la acompañan.

Jesús Rodríguez Arias


Fotos: Jesús Rodríguez Arias 

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