El Boletín Semana Santa 100% Villaluenga también cuenta con el Saluda del Párroco y director espiritual de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Villaluenga del Rosario, Rvdo. Padre Don Sergio Moreno.
En una profunda reflexión nos hace partícipes de lo que debe ser vivir con intensidad la pureza de la Semana Santa.
Gracias Don Sergio por su colaboración en este proyecto hecho feliz realidad como es este boletín.
¡VIVE UNA SEMANA SANTA 100% VILLALUENGA!
Jesús Rodríguez Arias
SALUDA
DE NUESTRO PÁRROCO
Queridos hermanos,
Me dirijo a vosotros para
compartir lo más grande que todo cristiano pueda celebrar: la Semana de Pasión
con su Misterio Pascual, Muerte y Resurrección. Jesús nos enseñó que la
verdadera grandeza se mide por nuestra capacidad de servicio a los demás. La muerte
de Jesús es una expresión del amor de Dios; gracias a ella es posible el perdón
del Señor: «El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios,
sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo, para que, ofreciéndose en
sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados» (1 Juan 4.10). Es el perdón
de Dios y la reconciliación con él lo que está en el centro de la celebración
del Viernes Santo.
Podemos, entonces,
entablar una nueva relación con Dios; estar en paz con él, coexistir en relaciones
armoniosas con los demás —que cuánta falta nos hace en este momento de guerras
infames—, y vivir una existencia reconciliada con nosotros mismos y con la
creación. Jesús se levantó de los muertos. El mismo que murió en la cruz
abandonó la tumba y está con nosotros.
El amor de Dios y su
justicia triunfaron sobre la muerte y la injusticia; también la verdad y la
libertad triunfaron. Su reino se ha inaugurado. ¿Qué nos queda a nosotros sino
optar por ese reino y comprometernos en favor de sus valores? La solidaridad,
el amor y el servicio son los rasgos que identifican una vida resucitada.
¡Vivamos así! «Pues por el bautismo fuimos sepultados con Cristo, y morimos
para ser resucitados y vivir una vida nueva, así como Cristo fue resucitado por
el glorioso poder del Padre».
Nos podemos preguntar al
inicio de esta semana: ¿Es Jesús el Señor y el Rey de nuestra vida? ¿O tal vez
nos sucede como a aquella gente, que tras los vivas a Dios le damos la espalda
y le condenamos, como cuando calumniamos al hermano y lo despreciamos? Quizás
tenga que reconocer que necesito una constante en la vida, que mi ser cristiano
no sólo es un reflejo de pancartas, de vítores y pasacalles. La procesión más
bella de mi existir es una vida de gracia y amistad, la que el Señor me regala
y me brinda cada mañana para disfrutar con el corazón y la palabra. Sólo así
podré aclamar con los niños: “Bendito el que viene, como rey, en nombre del
Señor”.
¡Qué bonito lo decía el
Papa el pasado domingo de Ramos!: "También nosotros hemos acogido al
Señor… Es nuestro amigo, nuestro hermano. El que nos ilumina en nuestro
camino". Y continuaba: "No seáis nunca hombres y mujeres tristes: un
cristiano jamás puede serlo. Nunca os dejéis vencer por el desánimo. Nuestra
alegría no es algo que nace de tener tantas cosas, sino de haber encontrado a
una persona, Jesús; que está entre nosotros; nace del saber que con él, nunca
estamos solos, incluso en los momentos difíciles.
Sólo el amor tiene la
última palabra. Sólo Dios es capaz de transformar el dolor en salvación.
¡Resucitó! Es el grito de
la Iglesia después de siglos y siglos. Es nuestro grito, nuestra fe, nuestra
esperanza, nuestro amor. Jesús resucitó y cambia el rumbo de la historia y de
la humanidad. Él vive y la última palabra la tiene la Resurrección.
Sergio Moreno Ruiz, pbro.
Párroco de la de San
Miguel Arcángel de Villaluenga del Rosario
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