No desdeñes ni menosprecies tu conciencia, pues es la lámpara con la que iluminas tus actos, la herramienta con la que podrás discernir lo que hay de bueno, positivo y saludable en cada una de tus acciones. Eso sí, para que tu conciencia ilumine correctamente, debe estar bien formada, alimentada, cuidada y actualizada. Una conciencia enclenque, débil y anclada en una edad pasada de tu vida, más que ayudarte, te confundirá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario